Por Martín Etchandy (del libro "La poesía o nada")
Toda primavera
guarda algo clandestino,
un pulmón llorando bajo el agua.
Todo en tu cuerpo
hoy ha sido permitido,
incluso la contienda,
esa mudez gritada.
Rueda entre las sábanas
otro invierno,
mutilada y entera madrugada.
Tus senos son alertas
que deben rescatarse.
Se rinde tu figura.
Se anuncia mi coartada.