La asociación civil Luchemos por la Vida destacó la importancia de legislar los delitos contra la seguridad vial, como la "conducción muy alcoholizada", y reclamó "controles permanentes" de alcoholemia para reducir las muertes por accidentes de tránsito.
“La conducción con un altísimo grado de alcoholización implica un peligro tan grande para la vida de los terceros, que debe ser sancionado con la máxima expresión de la repulsa social, convirtiéndolo en un delito”, sostuvo la organización.
En ese sentido, recordó que en dos oportunidades propuso a legisladores “penar con prisión e inhabilitación especial para conducir automotores a quien condujere cualquier tipo de vehículo automotor con una concentración alcohólica igual o superior al doble del máximo tolerado por la ley (0,5 g/l de sangre)”.
Esos delitos “ya existen en los países exitosos en su lucha contra las muertes en el tránsito”, expresó, y citó entre ellos a España, donde están vigentes “desde hace varios años, estimándose su implementación una contribución muy importante a la reducción de las muertes en ese país”.
“Estamos hablando de ‘delitos’ y no de una simple infracción o contravención, de las cuales la experiencia cotidiana muestra que es fácil escapar con total impunidad”, destacó.
La asociación citó como ejemplo el caso Lucía Bernaola, la adolescente de 14 años que falleció el domingo al ser embestida “por un conductor joven altamente alcoholizado (1,23g/l de sangre)”.
El hecho, sostuvo, “pone una vez más de manifiesto la urgente necesidad de legislar los delitos contra la seguridad vial, en particular el de la conducción altamente alcoholizada, antes de que otros potenciales homicidas del tránsito, como éste, lleguen a matar”.
Asimismo, pidió que se realicen “continuos controles de alcoholemia”, en forma regular, todos los días del año, y que sean impredecibles y difíciles de evitar, en ubicaciones y horarios para que “tengan el mayor efecto en pro de la seguridad vial”.
Esos controles, reclamó, deben estar “seguidos por una sanción efectiva y disuasiva de la cual no se pueda escapar”.
En Argentina, advirtió el informe, “se realizan muy pocos controles de alcoholemia” y dijo que “en los países exitosos en reducir la conducción alcoholizada y/ o con drogas se realizan enormes cantidades de controles de alcoholemia cada año”.
“En 2015 en España se realizaron 6.136.000 controles y en Francia 9.844.000”, mencionó el informe de la asociación, y dijo que en el país “aunque no se conocen cifras oficiales, estimamos no se llegan a realizar ni 300.000”.