Se realizó un foro de participación ciudadana en Alfar. Vecinos se organizan contra el proyecto inmobiliario que aprobó el Concejo y que permite emplazar edificios de 12 metros de altura junto al mar. Advierten que "es inconstitucional" y que "se están vendiendo departamentos" incluso antes de la audiencia pública, a la cual asistirán.
En la zona sur de Mar del Plata, un grupo de vecinos, activistas, profesionales y fomentistas se dieron cita este sábado en un foro de participación ciudadana convocado por el Observatorio Ciudadano Paseo Costanero Sur ante la creciente preocupación por el polémico proyecto que permite construir edificios de 12 metros de altura junto al mar en el balneario La Reserva.
En una nutrida convocatoria, unos 40 participantes se interiorizaron sobre los detalles de este proyecto inmobiliario autorizado hace casi dos años por el Concejo Deliberante y, a la vez, repasaron la historia del Paseo Costanero Sur y aquello que la ley permite y lo que no.
Todos coincidieron, con el respaldo de múltiples leyes, decretos y ordenanzas, que el lujoso complejo propuesto dentro de La Reserva es “totalmente ilegal” e “inconstitucional”.
Este foro, realizado al aire libre en el bar “La Periferia” del barrio Alfar, busca ser el punto de partida para la organización vecinal en rechazo directo al proyecto Explanada La Reserva, al que no dudaron en calificar como “un barrio privado” entre la arboleda y frente al mar, con una densidad de 100 habitantes por hectárea.
El próximo 26 de noviembre, por iniciativa del municipio, habrá una audiencia pública. Los vecinos tienen previsto participar y expresar, con múltiples argumentos, su repudio a este proyecto: por no ser una zona residencial, por no tener convalidación provincial, por el impacto ambiental que implica, por infringir el Código de Aguas de la Provincia de Buenos Aires -que prohíbe el loteo y la edificación en una franja de ciento cincuenta (150) metros aledaña al Océano Atlántico-, y porque, por sobre todas las cosas, “no quieren esto” para el barrio ni para sus familias.
En este foro, los vecinos expusieron un dato alarmante: “ya hay unidades vendidas”, es decir, departamentos de este polémico complejo de edificios para “uso residencial uni o multifamiliar” que aún no fue construido, y que ni siquiera pasó por una audiencia pública, que ya están siendo comercializados.
Participantes del foro llevaron una carpeta que utiliza una inmobiliaria para vender las unidades: muestra el render de los lujosos departamentos de entre 80 y 124 metros cuadrados, de dos y tres ambientes, en los 6 módulos del complejo que plantea el proyecto, con 32 unidades por módulo. Varios ya figuran como “vendidos”. Según pudieron averiguar, la mayoría para ser alquilados con fines turísticos. Son de lujo y se emplazan en medio de donde hoy hay árboles, médanos y arena.
Asimismo, al ahondar en el detalle de las obras que implicaría la construcción el complejo, sale a la luz que este “barrio privado” dentro de La Reserva, junto al mar, contaría con piscinas y cocheras, para cual -estimaron- se tendría que “hacer una excavación con topadoras de al menos 5000 metros cuadrados“. Rápidamente señalaron el ineludible impacto ambiental que tendrían estos movimientos sobre el patrimonio de la reserva natural y la riqueza paleontológica de la zona.
Además, especialistas en gestión ambiental denunciaron que el estudio preliminar de impacto ambiental de este proyecto presenta “múltiples contradicciones e incongruencias”.
Dicho estudio, por cierto, será uno de los ejes de la audiencia pública que el municipio convocó para el próximo 26 de noviembre a las 9 en la sala de prensa del estadio José María Minella, para la cual hay que ir a inscribirse presencialmente, otro punto que también fue cuestionado.
“Es todo turbio”, lanzó una vecina, al tiempo que otra recordó: “Yo fui al Concejo cuando aprobaron la ordenanza. Daban ganas de llorar ese día, daban asco los motivos que daban. Es un negociado inmobiliario puro”.
Kanki Alonso, activista ambientalista de la zona sur y referente del Observatorio Ciudadano del Paseo Costanero Sur, fue uno de los principales impulsores de este foro que impulsa la escucha, el intercambio y la participación ciudadana de los vecinos.
“Esto no está cocinado, se puede frenar. La última palabra la va a tener la organización de la gente”, planteó al hacer un minucioso repaso histórico sobre el Paseo Costanero Sur, la escrituración de las tierras y las normativas que regulan lo que se puede hacer y lo que no en esta zona que los vecinos eligen, principalmente, por su naturaleza y tranquilidad.
“La ordenanza que aprobó el Concejo Deliberante es inconstitucional”, aseguró, con el respaldo de muchos otros vecinos, quienes con preocupación vienen hace tiempo estudiando el tema.
Durante el intercambio de miradas, conocimientos e ideas durante este foro realizado en el barrio Alfar, se habló del cambio del uso de suelo planteado para este proyecto en La Reserva, del debate en torno a las compensaciones urbanísticas, la renta diferenciada, el cambio climático, la prohibición de construir dentro de los 150 metros de la línea de ribera, el rol de la Autoridad del Agua, y de las herramientas que los vecinos tienen a su alcance para “defender al barrio” de un proyecto al que se oponen rotundamente, y al que están dispuestos a mostrar una férrea resistencia a través de la organización.