Dialogaron sobre la situación social que está atravesando el país.
La candidata a intendenta y actual diputada nacional Fernanda Raverta estuvo junto a monseñor Jorge Lugones, presidente de la Pastoral Social Argentina, dialogando sobre la dura situación social que está atravesando el país. El encuentro se llevó adelante en la sede de la Comisión Episcopal Argentina.
Durante la reunión compartieron ideas, reflexiones y visiones acerca de la preocupante situación social actual. En este sentido, Raverta expresó que “estamos transitando un momento muy difícil. Los datos tomados por el Barómetro del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina nos muestra que uno de cada dos menores de edad vive en hogares que no cuentan con los ingresos suficientes para adquirir la canasta básica total”, a la vez que aseguró que “es necesario cambiar de rumbo para transformar una realidad que tanto nos duele”.
Tanto Lugones como Raverta coincidieron en la necesidad de que el Estado pueda garantizar la seguridad alimentaria y nutricional, la salud, y los cuidados de calidad de niñas y niños. Asimismo, reconocieron la importancia de impulsar políticas activas y eficaces para que se puedan paliar las deficiencias y necesidades de este tiempo.
Por otra parte, Raverta le expresó a Lugones su coincididencia con el documento de la Pastoral Social que advierte que “es urgente implementar una canasta básica de primera infancia con productos esenciales que puedan ser distribuidos gratuitamente para asegurar la seguridad alimentaria y nutricional” de los niños y niñas del país.
“Ya desde marzo, desde mi banca como Diputada, presenté un proyecto para que se implemente la plena vigencia de la ley 25724 que crea el Programa de Nutrición y Alimentación Nacional con el objeto de cubrir los requisitos básicos nutricionales de niños, niñas y adolescentes, personas embarazadas, con discapacidad y mayores de 70 años en situación de pobreza”, recordó Raverta y agregó que “todos sabemos que los daños nutricionales en la infancia tienen un efecto imborrable. La negligencia del gobierno en garantizar este derecho esencial pone en juego la salud, el crecimiento, el desarrollo y el potencial de toda una generación”.