La candidata a intendente Fernanda Raverta por el "Frente de Todos" responde el cuestionario de LA CAPITAL en su oficina céntrica, un piso alto desde donde se divisa el Palacio Municipal.
– Fecha y lugar de nacimiento.
– 25 de noviembre de 1976 en Capital Federal.
– Estado civil y profesión.
– Convivo hace 23 años con Pablo, soy licenciada en Trabajo Social, que cuando me recibí, en la Universidad Nacional de Mar del Plata, se decía Servicio Social, y es lo que comúnmente se entiende como asistente social.
– Un recuerdo de la infancia.
– En la vereda de la avenida Colón, entre Italia y Misiones, donde estaba la farmacia Argentina que era de mi abuelo: mi hermano andando en bicicleta y yo sentada, mirando cómo pasaba.
– ¿Cuándo y por qué empezó a militar?
– Empecé en el centro de estudiantes del colegio, en los ´90, en un contexto muy parecido al de hoy, con una situación de crisis económica y de modelo de país, con poca inversión en la educación pública. Entonces habíamos organizado una estrategia de defensa de la educación pública y armamos la Federación. En ese momento, la militancia se vio atravesada por la muerte del soldado (Omar) Carrasco y a partir de ahí empezamos a pedir que no sea obligatorio el servicio militar. Tal es así que mi promoción, al egresar, no fue sorteada y fue la primera que no hizo el servicio militar obligatorio.
– ¿Por qué se dedicó a la política partidaria?
– Porque el 25 de mayo de 2003 encontré en esa plaza (de Mayo) que recibió al presidente Néstor Kirchner una fuerte marea de esperanza y creí que era el tiempo en que la política se iba a poner a disposición para pelear y equiparar la desigualdad. Creo que la política tiene que estar al servicio: donde hay una desigualdad, ya sea porque te tocó nacer en una familia con más o menos diferencias, que el Estado pueda reparar esa desigualdad y pueda construir un piso de oportunidades para que todos podamos soñar y desarrollarnos en ese sueño. Creo que la política tiene que ser esa vocación de servicio, de pensar en un mundo donde haya menos desigualdad. El 25 de mayo de 2003, en ese discurso que dio Néstor Kirchner tan conmovedor, entre sus frases dijo que “no voy a dejar los sueños en la puerta de la Casa Rosada”, y me sentí absolutamente comprendida en un proyecto político-partidario. Y ahí empecé. Estaba en la plaza de Mayo, con mis hijas y Pablo. Luego fui convocada desde un lugar generacional, para la construcción de cuadros técnicos y profesionales, jóvenes a disposición de políticas públicas. En 2011 fui electa diputada provincial y en 2015 diputada nacional.
– En caso de ser elegida intendente, ¿cuál sería la primera medida que tome?
– Lo primero que haría es arreglar alguna escuela de la ciudad, no esperaría a marzo para ver el estado de las escuelas a las que van nuestros chicos. No solo porque soy egresada de la educación pública -y creo en la educación pública, por eso mis hijas fueron al jardín de infantes 927, a la escuela 31, al Colegio Illia-, sino también porque creo que la educación está hecha para equiparar y para todos los chicos, sin importar el lugar, la familia, el barrio en que nacieron o el trabajo que tengan los padres, porque en la escuela están todos juntos. Creo que las escuelas tienen que estar en otras condiciones. Esa creo que sería mi primera acción de gobierno: arreglar una escuela el 11 de diciembre.
– ¿A favor o en contra de la legalización del consumo de marihuana?
– Trabajé mucho la ley de Cannabis Medicinal, porque estoy en la comisión de Salud en el Congreso Nacional. La cuestión es ¿para qué y por qué? Si la marihuana puede proporcionar un aceite para que los niños que tienen epilepsia refractaria sufran menos, estoy a favor.
– ¿Pañuelo verde o celeste?
– Verde.