Clásico sin goles en Avellaneda. El local no aprovechó la superiodad numérica que tuvo durante gran parte del partido. La visita sufrió las expulsiones de Damián Pérez en el primer tiempo y Federico Vera sobre el final del cotejo.
Racing empató 0 a 0 con Independiente, que terminó con dos jugadores menos, por la duodécima fecha de la Liga Profesional y no aprovechó la oportunidad de arrimarse a la punta del campeonato que sigue en poder de Huracán.
A pesar de las expulsiones de Damián Pérez y Federico Vera, Racing no pudo conseguir los tres puntos para alcanzar a Huracán, que va primero en la tabla con 24 unidades.
Por otra parte, los dirigidos por Julio Vaccari alcanzaron su cuarto partido sin perder ni recibir goles, con dos empates ante San Lorenzo y Racing, y dos triunfos en donde tampoco le convirtieron ante Estudiantes (2-0) y Rosario Central (1-0)
Racing fue siempre un poco más pero no estuvo fino de tres cuartos de cancha en adelante.
A los 29 minutos, Baltasar Rodríguez se iba solo en la mitad de la cancha y Damián Pérez lo cortó sin buscar la pelota, lo que le valió la expulsión directa al lateral.
Sobre el final de esa primera etapa, Racing tuvo la gran chance de ponerse en ventaja, cuando un centro de Baltasar Rodríguez fue conectado por Roger Martínez y la pelota se desvió en Santiago Sosa, descolocó a Rey y se terminó metiendo pero el árbitro anuló la conquista a instancias del VAR por posición adelantada.
Ante un Independiente replegado, Racing tuvo terreno y pelota a disposición en todo el segundo tiempo. Pero nunca tuvo claridad para aprovechar la superioridad numérica. Igual, a los tropezones, tuvo chances como para romper el cero que no supo capitalizar.
Independiente, que cruzó en contadas situaciones la mitad de la cancha, tuvo una jugada aislada pero muy clara en la que Tarzia desvió por centímetros su definición de zurda.
Cuando el partido se moría Independiente sufrió una segunda expulsión cuando Federico Vera vio otra tarjeta amarilla y tuvo que defenderse con nueve hombres ante el embate final de un Racing que se fue silbado por su propia gente.