El padre de Milagros Alanis Moyano, fallecida después de una fiesta de música electrónica en España, compartió un desagarrador mensaje en las redes sociales.
El padre de Milagros Alanis Moyano (19), la joven marplatense fallecida tras una fiesta de música electrónica en Palma de Mallorca, reclamó justicia por su hija en las redes sociales y exhibió su impotencia y dolor por su muerte: “Quisiera saber quién le vendió el veneno a mi bebé para pegarle un tiro en la cabeza”, escribió en su cuenta de Facebook.
En la misma publicación, Paulo Moyano contó que en su familia siempre se habló del peligro de las drogas y dijo que su Milagros era una chica sana. “A quien la conoce, no tengo que explicar lo que era mi hija… Sana, una luz a la que no era necesario agregarle nada para brillar más. Siempre les hablé a mis hijos del tema de las drogas, pero a veces escuchan más otro. Yo cuido a mis hijos… Los incentivé para que vengan a España, porque Argentina no avanza y esto está mejor, pero hijos de putas queriendo envenenar a nuestros hijos… Es mundial y cada vez inventan drogas más letales”, añadió.
En la misma línea, señaló que “estas fiestas” están “de moda” y “muy relacionadas” a las “pastillas de diseño, como se le dice a esta mierda”. “Ella tomó esta pastilla supuestamente para divertirse más, jamás en su cabecita podía pasar que esto la reventarla. Mi hijita se prendió fuego por dentro. Mi hijita estaba irreconocible, ella se preparó hermosa, se vistió igual que otras seudos amigas que hizo acá (en Mallorca). Y luego mandó por Instagram una filmación bailando. Y esa fue la última vez que la vi con vida“, lamentó el hombre.
Por último, mencionó que en Mar del Plata también se organizan “estas fiestas” y recordó que “en un momento se habían suspendido, pero como dejan mucho dinero se volvieron a realizar”. “Hay muchos controles, pero estos hijos de putas siempre están. Quien lo lea no me juzgue y menos a mi bebé. Sólo quiero que se sepa para tener conciencia de que hay hijos de putas matando a nuestros hijos, haciendo creer que no hay diversión sin alcohol o drogas. A mí no me gustaban esas fiestas pero ella me decía: ‘No todos se drogan papá’. Está era su segunda fiesta el Palma de Mallorca. Bueno, ya me la arrancaron y la mataron como sapo… Es durísimo decirlo pero cuando la vi tuve que mirar un tatuaje, porque no era ella”, concluyó el padre de la joven.