El DT del Atlético Mar del Plata campeón de la Liga Marplatense de Fútbol hizo un repaso de la temporada, se mostró orgulloso por las formas y habló del objetivo a futuro, en una entrevista con LA CAPITAL.
Por Juan Miguel Alvarez
Martín Quintas, entrenador de Atlético Mar del Plata, es plenamente feliz. Después de 16 años de búsqueda, consiguió lo que tanto persiguió, ser campeón de la Liga Marplatense de Fútbol.
“Estos jugadores me dieron la gloria y van a quedar por siempre en mi corazón”, aseguró el DT de 46 años en una entrevista con LA CAPITAL en la que habló de los argumentos para llegar al título, el orgullo por mantener la esencia pese a algunas frustraciones y las condiciones para continuar en el club con el Regional Amateur como faro.
– ¿Qué significa en lo personal salir campeón del fútbol marplatense después de 16 años como DT?
– Una satisfacción muy grande. Hace mucho tiempo esperábamos esto. Nunca traicionamos nuestros valores, las formas, los ideales. Estoy convencido que los genes del equipo son importantes y siempre inculcamos lo mismo: tratar de hacer un buen juego, de pensar más en la parte ofensiva que defensiva, por más que eso implique también defender duro. Los números que tuvo el equipo, con 71 goles a favor, lo demuestran.
– ¿Qué tuvo particularmente este Atlético para ser campeón?
– Jugadores con mucha jerarquía y una gran competencia interna. El viernes pasado fue el día más difícil para dar una lista porque no tenía muchos argumentos para dejar afuera a futbolistas que merecían estar en la final. Después, uno debe tomar decisiones de acuerdo a lo que considera más correcto. Pero se me hizo difícil por el esfuerzo que hicieron todos durante el año. Siempre estuvieron al cien porque no querían perder su lugar.
– ¿La presencia de muchos jugadores con experiencia ayudó en los momentos difíciles de los play-offs?
– Totalmente. Tuvimos jugadores que supieron interpretar los momentos del juego. Porque así como a veces sometemos al rival, en otras te pueden someter. Lo hicieron con la templanza digna de un equipo campeón.
– ¿Esperaban una final tan abierta y cambiante como la que se dio con Norte?
– Este año se produjo algo atípico porque llegaron a la final los dos mejores equipos de la Zona Campeonato y también del año. Sabíamos que teníamos un rival durísimo. Norte fue protagonista durante dos años en el proceso de Leo (D’ Urso). Era un equipo maduro, con calidad. Pero sabíamos que en el estadio Mundialista teníamos la ventaja de poder hacer lo que proponemos, que es jugar a través de la pelota. No me imaginaba tantos goles, pero sí sabíamos que iba a ser una final peleada. Salió muy linda.
– ¿Qué se te cruzó por la cabeza cuando Norte les empató 2-2 después de estar 2-0? Encima estabas suspendido, lejos del campo de juego.
– Se me pasaron los 16 años dirigiendo y todas las veces que nos quedamos en la puerta. Vivo a cinco cuadras del estadio y estuve a veinte segundos de irme caminando a casa. No lo podía creer. Si bien entiendo que enfrente hay un rival que pretende lo mismo, creo que era un partido que teníamos dominado. Pero son las cosas que tiene el fútbol y también sabíamos que Norte iba a luchar hasta el final. Cuando salimos del sofocón, había tiempo por delante y podíamos tener alguna chance para ganar el partido. Después, cuando nos pusimos 3-2 y Fortete erró el gol del empate, supe que “el Barba” estaba de nuestro lado. Igual Atlético fue superior en los dos partidos y mereció lo que obtuvo.
– Después de las frustraciones en los torneos previos, ¿alguna vez se te cruzó por la cabeza dejar de intentarlo?
– No, al contrario. Eso me hizo muy fuerte. Muchas veces me pregunté por qué no cambiaba muchas cosas que hago para obtener un resultado. Pero también considero que en el fútbol no hay una forma que te garantice algo. Lo mejor que sé transmitir es esto, pregonar por un equipo más ofensivo que defensivo. Siempre le damos mucha importancia a lo nuestro y poca a lo del rival. Yo creo que hay dos maneras de dirigir, una es tratar de provocar el error del rival y otra jugar a partir del error. Yo siempre quiero provocarlo. Eso tiene sus consecuencias, sus riesgos, porque los centrales juegan prácticamente mano a mano en mitad de cancha. Nuestro cuerpo técnico siempre pensó y trabajó igual, con Luis (Elgart), “el Bocha” (Montero) y “el Chueco” (García Lorenzo). Después, puede salir o no. Durante muchos años se hicieron las cosas bien y no se pudo coronar, pero ahora haciendo lo mismo fuimos campeones. Eso me llena de orgullo.
– ¿Es difícil mantener esa perseverancia en un ámbito amateur?
– Por eso siempre soy agradecido a mi señora y mis tres hijos que me “bancan” en esta locura. Por suerte el sábado estuve con ellos festejando el título, que era lo que más deseaba. También por los dirigentes que nos apoyan con nuestros métodos.
– La semifinal con Kimberley fue una “prueba de fuego”. Estabas muy emocionado después de ganar la serie. ¿Ahí sentiste que esta vez se iba a dar?
– Es especial enfrentar a Kimberley, el último campeón, que se estaba preparando para el Regional con una competencia interna importante. En los últimos años jugamos muchas veces contra ellos. Obviamente fue muy emocionante. Además, hay que ser justos, ellos tuvieron sus momentos en la serie, como los tuvimos nosotros. Pero también creo que en los 180 minutos fuimos superiores. Se disfruta el doble desde ese lugar. Respeto mucho a Kimberley, por algo en los últimos años siempre fue protagonista. Después de ganar esa serie llegamos con envión a la final. También quiero decir que, si bien llegamos a la definición los dos mejores equipos en cuanto a las estadísticas, este año en particular todos los integrantes de la Zona Campeonato fueron duros. El nivel fue muy alto.
– ¿Cuál fue el mejor partido de Atlético en el campeonato?
– Tuvimos grandes partidos. En Zona Campeonato contra River (2-1), General Urquiza (3-0) o bien con San Isidro pese a que empatamos (3-3). Después, lógicamente, en esta parte final a todo o nada, el equipo estuvo a la altura. Por ahí sin tanto juego, pero con compromiso, se supo plantar en los momentos difíciles. El segundo tiempo con Norte en la primera final fue brillante.
– ¿Y el peor?
– Lo peor que hicimos fueron los primeros 45 minutos en cancha nuestra contra Alvarado. Perdíamos 4-0 y si nos ganaban 6-0 estaba bien. Después remontamos y terminó 4-3. Y un partido con Almagro Florida en la primera fase (0-0).
– ¿Por qué Elías Medina no está jugando en otro nivel?
– Porque se lo juzga por lo que pasa afuera de la cancha. Alguien le tiene que dar la chance para dedicarse exclusivamente a esto. Él también tuvo su responsabilidad, con acciones que no van con ser futbolista, como jugar en un sintético, por plata. También lo condenan por sus redes sociales. Para mí es como un hijo, lo vivo “cagando a pedo”; él lo fue corrigiendo y por eso hizo lo que hizo. Es un jugador de otra categoría, con un potencial enorme. Le tienen que dar la oportunidad de demostrarlo.
– En los últimos años la gente se volcó más a las canchas marplatenses. ¿Qué análisis hacés de la actualidad del fútbol local y en qué se puede mejorar?
– Es cierto que creció mucho la cantidad de público y creo que los escenarios tienen que ver. Los clubes hacen un gran esfuerzo para tener bien las canchas para que el juego sea vistoso. Por más que estemos en un fútbol amateur, al jugador hay que tratarlo lo más profesional que se pueda. Pero también entiendo la situación económica del país, la situación social en la que vivimos… cuesta mucho para los clubes. En el fútbol de Mar del Plata hay muy buenos valores, un gran “semillero” y falta desarrollar un poco la estructura.
– ¿Tienen acordada la continuidad en Atlético?
– La verdad es que nos tenemos que sentar a hablar. Hay ciertas condiciones que nos gustaría que sucedan, hay que ver si los dirigentes están de acuerdo. Si se dan esas cosas, la idea es continuar, porque está bueno el proceso y al club lo queremos mucho.
– ¿Tu idea es jugar con Atlético el Regional Amateur 2024?
– Eso es central. Los dirigentes este año querían apuntar al torneo local y lo entendí. Su idea era jugar el Regional en caso de ganar el título, algo que me parece lógico. Ahora lo conseguimos, ojalá se pueda respetar esa palabra, pero si no sucede, tampoco pasa nada. Después hay ciertas condiciones que se lograron, como mejorar los campos de entrenamiento y que la estructura sea más profesional. Los dirigentes hicieron un esfuerzo enorme para eso. Y también acordar la parte económica, que no es impedimento para nosotros, pero es algo lógico por la situación del país. Si todo conduce a formar un Atlético competitivo y a jugar el Regional, obviamente nos gustaría continuar, porque fuimos parte de esto.
– En las redes sociales expresaste que el Atlético de 2009 te hizo cambiar la forma de ver el fútbol. ¿Cómo es eso?
– A partir de 2009, con la periodización táctica, entendí que había que modificar la forma de entrenamiento. Lo empezamos a hacer con ese equipo. Los jugadores practicaron un gran fútbol y me dieron la chance de disputar la primera final. Por eso no puedo dejar de acordarme de los Alejandroff, los Clark, los Damboriana…
– ¿Y en qué lugar ponés a este Atlético 2023?
– Estos jugadores me dieron la gloria y van a quedar por siempre en mi corazón. Pero no puedo quedarme sólo con esto. El Atlético de 2009 me hizo feliz. Y el Círculo con el que perdimos el ascenso (2015) jugaba brillante. Yo hablo de “Batata” (Alejandroff) y me emociono porque lo dirigí siete años. Me escribió Lucas Gilardoni, que jugaba en aquel gran Peñarol (2007). Me llamó “Moto” Ramajo. Del Curto, sentado en el banco, me dijo que quería ser campeón conmigo. Yo cuando empecé a dirigir era muy joven y ellos me formaron. Por eso soy un agradecido.