El líder de la Liga se impuso 92 a 58. El equipo marplatense sigue peleado con el aro rival. Para colmo, no contó con el estadounidense Tevin Glass, resguardado por una molestia en el codo. Este martes a las 19 enfrentará a Instituto.
No hubo equivalencias. Se sospechaba que Quimsa sería para Peñarol el peor rival en el peor momento y lo fue. El elenco santiagueño, líder del torneo, no tuvo piedad con el mal momento del equipo marplatense y se impuso 92-58 por una nueva fecha de la Liga Nacional de Básquetbol. El elenco marplatense deberá recuperarse rápido: este martes a las 19 se mide con Instituto de Córdoba, otra vez en Ferro.
Fue tan complicado como se preveía. Tal vez un poco más porque no jugó Tevin Glass, el único extranjero del equipo, quien acusó molestias en un codo a raíz de un corte que sufrió en su debut ante Olímpico de La Banda. Así disminuido el equipo marplatense hizo lo que pudo ante el líder de la competencia.
Quimsa construyó una victoria amplia, de principio a fin. Sin brillar, ni mucho menos. La defensa peñarolense lo incomodó en pasajes del primer tiempo. Tampoco lo acompañó la efectividad en los lanzamientos lejanos. Pero le bastó con poner el balón cerca del canasto con Diamond Simpson para establecer ventajas. Y, cuando él descansó, con Alejandro Diez.
Suficiente ante un Peñarol que volvió a mostrar problemas para atacar. No incurrió en demasiadas pérdidas (10). Pero esta vez dependía mucho de su tiro exterior ante un rival más poderoso físicamente. Y ese recurso no funcionó (5/20 en tiros de tres puntos). Cuando Romano intentó con un pasaje a defensa zonal proteger la pintura propia del poderío interior rival, en el segundo cuarto, Quimsa ya tenía las riendas del partido.
Los santiagueños se fueron 43-29 arriba al descanso y entraron al tercer cuarto con un parcial de 10-0. A puro contraataque. Fue decisivo ese arranque. En favor de Peñarol cabe apuntar que no dejó de luchar. Le puso corazón y continuó prodigándose con su defensa. Así pudo achicar diez puntos la desventaja en el mismo tercer cuarto.
Hasta allí llegó su impulso. Promediando el cuarto final, Quimsa pisó el acelerador, explotó los 2,10 metros del bisoño pivote ecuatoriano Bryan Carabalí y se tomó el buque. Pasó los veinte, los treinta y terminó con un abrumador 92-58. Sólo le cabe al conjunto de Romano dar vuelta la página porque este formato de competencia no da tregua.
Síntesis
Peñarol (58): D. Gerbaudo 6, S. Vaulet 6, T. Monacchi 5, R. Acuña 7 y F. Pennacchiotti 13 (FI); G. Mariani 9, J. Valinotti 7, L. Gorosterrazu 0, I. Bednarek 2, N. Franco 2 y T. Dasso 1. DT: Carlos Romano.
Quimsa (92): F. Baralle 6, B. Robinson 15, M. Cosolito 10, F. Ramírez Barrios 9 y D. Simpson 8 (FI); N. Copello 5, A. Diez 8, B. Carabali 10, T. Gaskins 7 (expulsado), S. Lugo 6, E. Toretta 6 y L. Longoni 2. DT: Sebastián González.
Estadio: “Héctor Etchart” de Ferro.
Árbitros: Oscar Brítez-Danilo Molina-Enrique Cáceres.
Parciales: 15-21, 29-43 y 47-67.