Los dirigentes se apuraron a confirmar al ayuda base. Tienen contrato por un año más el entrenador Manuel Gelpi y los jugadores Juan Esteban De la Fuente, Jeffrey Merchant y Darío Skidelsy.
Aunque la mira en Quilmes está puesta en cómo finiquitar las obligaciones contractuales con el plantel que disputó la última Liga Argentina de básquetbol, cancelada por el coronavirus, los dirigentes realizaron un movimiento a futuro. Raúl Pelorosso, el ayuda base que había llegado de Atlético Pilar, desde el Torneo Federal, y que había causado una buena impresión, tenía contrato por una temporada, pero renovó para jugar en las filas “tricolores” por una más.
Pese a que tuvo una lesión que lo paró casi durante todo el verano, Pelorosso fue uno de los destacados del equipo. En dieciocho presentaciones su entrenador le dio un promedio de 32,2 minutos en cancha y alcanzó medias de 12,9 puntos, 1,9 rebotes y 3,2 asistencias. Nada mal teniendo en cuenta que provenía del Torneo Federal, aunque ya conocía la Liga Argentina a raíz de sus pasos por Temperley y Echagüe de Paraná.
Pelorosso, en consecuencia, pasó a ser el cuarto jugador con contrato del equipo profesional. Ya estaban ligados al club los jóvenes Juan Esteban De la Fuente, Jeffrey Merchant y Darío Skidelsky. Y también tiene un año más de ligazón contractual el entrenador Manuel Gelpi.
Nada más puede sostenerse a futuro. “La economía de los clubes quedó arruinada a raíz de la pandemia. Más allá de este movimiento por Pelorosso que nos apuramos a realizar, el futuro es totalmente incierto. Y nadie del actual plantel tiene las puertas cerradas en el club. Es de suponer que no habrá extranjeros para la próxima temporada a raíz del valor del dólar. Imagino muchos jugadores de Liga Argentina en Liga Nacional. Y el comienzo del torneo 2020/2021 está muy lejos aún”, sostuvo el dirigente Marcelo Jiménez.
“Preguntamos todas las semanas en la Asociación de Clubes cuándo se podría volverse a jugar. Hoy por hoy las condiciones estarían dadas para que el próximo torneo comience a fines de octubre o mediados de noviembre. Pero esto cambia día a día”, amplió el responsable del básquetbol “tricolor”.
De todos modos, la principal preocupación es terminar de cumplir con las obligaciones hacia el actual plantel. La competencia fue cancelada el 15 de marzo y los clubes tomaron la decisión de dejar de pagar hasta saber que ocurriría con el certamen. Una vez conocida la cancelación, la Asociación de Clubes le puso a los clubes como tope la fecha del 22 de mayo para pagar los sueldos de marzo. Cumplir con ese pago era para los equipos la condición ineludible para luego renegociar con los basquetbolistas los salarios de los últimos tres meses de temporada, que se extendía hasta el 30 de junio. “Terminamos de pagar marzo antes del plazo, ahora veremos cómo acordamos el resto con los jugadores”, afirmó Jiménez.
El directivo, por último, se refirió a la aspiración de volver a jugar oficialmente en el gimnasio “José Martínez” de la sede social. “Antes de la pandemia, estábamos a punto de lograr la habilitación. Ahora se enfrió todo. Dependemos de esa habilitación para lograr el visto bueno de la AdC. De todos modos, compramos las jirafas. Es algo. No sé si podremos jugar en casa el próximo torneo, pero lo iremos acondicionando de a poco para que pueda utilizarse profesionalmente”, finalizó.