Mauricio Damián Ríos (51) celebraba su cumpleaños en el balneario Horizonte Club de Playa, cuando en la entrada al evento asesinaron a Maximiliano Rhil (44). Perfil de un hombre vinculado al poder e imputado por usurpar una mansión en Cariló.
Mauricio Damián Ríos tiene vínculos con el poder, fotos en despachos de intendentes, amistades con las altas esferas policiales y una vida de ostentación y provocación. Por eso no sorprendió a nadie su decisión de celebrar su cumpleaños número 51 el domingo a la madrugada con una fiesta para más de 200 personas en el balneario Horizonte Club de Playa.
Sin embargo la fiesta terminó en tragedia, cuando en la entrada hubo una pelea y mataron de al menos cuatro disparos a Maximiliano Rhil (44), un trabajador de una carnicería de Ezeiza que había venido exclusivamente a Mar del Plata para celebrar el cumpleaños de su amigo Ríos.
Ríos, el organizador del evento, fue uno de los dueños del café Themis, una suerte de segundo despacho u oficina para abogados, fiscales, defensores y jueces de Mar del Plata. Ubicado frente a Tribunales, en Brown y Tucumán, es el punto de encuentro donde se discute mucho de lo que sucede en el Poder Judicial de la ciudad. Sin embargo sus actuales dueños, entre ellos el ex jefe departamental, Cristian Marcozzi, se encargó de aclarar que Ríos no pertenece más a esa sociedad.
Invitacion a la fiesta de Mauricio Ríos.
Pero Ríos es conocido en el ámbito judicial porque su nombre apareció en todos los medios del país tras una denuncia por haber usurpado una mansión en Cariló, a la que modificaron el aspecto y hasta le pintaron todo su exterior de un color rosa resplandeciente.
Junto a su nombre su historia se empezó a hacer conocida, como algunas complicaciones comerciales previas que tuvo en el balneario Abracadabra y la parrilla “Lo de Mauri”. También se conoció que algunas investigaciones lo vinculaban patrimonialmente con Rudy Ulloa, aquel chofer de la familia Kirchner que devino en poderoso empresario sureño.
Una mansión usurpada pintada de rosa
El 5 de enero de 2020, Viviana Villena, con domicilio de residencia en Bella Vista, fue a Cariló a la casa de la calle Leñatero al 500 y se asombró al verla usurpada, y pintada de un rosa estridente, por el marplatense José María Espil, de 75 años, que era quien figuraba en un precario contrato de alquiler. Otros marplatenses, según pudo conocerse de fuentes judiciales, que aparecían como ocupantes de la casa eran Paul Echeverri, María Elgero y Luciano Martínez.
Sin embargo, quien estaba detrás de la usurpación era Mauricio Damián Ríos, el empresario marplatense vinculado a la política y a la policía.
“La usaron durante todo el año como un quincho de fin de semana, viniéndose desde Mar del Plata”, dijo Ventoso a medios.
El 4 de noviembre de 2020 la policía allanó y desalojó la casa de Cariló, pero en el lugar la policía solo encontró a un cuidador. Los ocupas habían escapado e incluso habían dejado una camioneta Jeep, que luego se constató que era “melliza”.
Ríos aparece en una fotografía dentro del despacho del ex intendente Carlos Arroyo. Pero sus vínculos más poderosos fueron con el kirchnerismo según se informó en los últimos años.