El lider ruso, Vladimir Putin, advirtió personalmente al presidente George W. Bush para que impidiera los atentados del 11-S con dos días de antelación, aseguró el también analista de la CIA en aquel entonces, George Beebee, en su nueva obra.
El libro: “The Russia Trap: How Our Shadow War with Russia Could Spiral into Nuclear Catastrophe” (La trampa rusa: cómo nuestra guerra en la sombra con Rusia podría convertirse en una catástrofe nuclear) publicado esta semana describe que Putin telefoneó a Bush para avisarle de que la inteligencia rusa había detectado “un inminente complot terrorista procedente de Afganistán”, refirió RT.
Al parecer, el mandatario ruso advirtió directamente a Bush de que era “algo que se está preparando desde hace mucho tiempo”. Esta revelación parece ser otra prueba de que el aviso no se limitó al intercambio entre las agencias de Inteligencia y que Washington fue advertido repetidamente sobre los ataques que finalmente sesgaron la vida de más de 3.000 personas el 11 de septiembre de 2001.
Cabe mencionar que “además de Rusia, Estados Unidos había sido advertido por los espías británicos, y el peligro de ataques inminentes había sido destacado repetidamente tanto por la CIA como por el FBI”, destacó RT.
En realidad, los avisos comenzaron incluso antes de que Bush asumiera el poder, como mínimo en diciembre de 1998, cuando la CIA presentó ante su antecesor, Bill Clinton, el primero de sus informes conocido alertando de que Al-Qaeda se preparaba para atacar Estados Unidos titulado: “Bin Laden se prepara para secuestrar aviones estadounidenses y otros ataques”, que sería desclasificado en 2004.
Advertencias previas al 11-S
Los Servicios de Inteligencia estadounidenses recibieron otra advertencia en abril de 2001, de Ahmad Shah Massoud, líder de la Alianza del Norte antitalibán -que sería asesinado por Al-Qaeda poco antes del 11 de septiembre de 2001-, quien envió un cable de advertencia al Pentágono y declaró ante el Parlamento Europeo que sus agentes habían obtenido un “conocimiento limitado” sobre la inminencia de un “ataque terrorista a gran escala” en suelo estadounidense, de acuerdo a CNN.
Días después, el 1 de mayo de 2001 presentaron su informe. A partir de ahí la CIA comenzó a reportar con cierta asiduidad al presidente Bush sobre un proceso terrorista que se encontraba en marcha formado por “un grupo presente en los Estados Unidos”, según el New York Times.
El 29 de junio de 2001, la agencia dejó claro que Estados Unidos no estaba siendo objeto de una “campaña de desinformación” sobre Al-Qaeda, sino que la amenaza era real, destaca el portal Bles.com
En el informe incluyó “una entrevista de ese mismo mes con un periodista de Oriente Medio en la que los ayudantes de Bin Laden advertían de un ataque próximo”, precisó el diario neoyorquino.
En julio de 2001, la asesora de Seguridad Nacional de Bush, Condoleezza Rice, volvió a desoír las advertencias de J. Cofer Black, jefe de contraterrorista de la CIA y de George Tenet, director de la CIA, de que aumentaba la probabilidad de que Al-Qaeda atacara Estados Unidos inminentemente. El secretario de Defensa Donald Rumsfeld, por su parte, insistió en que todo se trataba de una campaña de desinformación, informó el Washington Post.
El 6 de agosto de 2001, recibió su informe diario titulado: “Bin Laden está determinado a dar un golpe en los EE. UU.”, en el que se advertía del trágico suceso que tuvo lugar algunas semanas después, y que fue también desestimado por la administración Bush.
Un misterio difícil de resolver
Por el momento, pese a todas las investigaciones que se han llevado a cabo y las testificaciones de varios miembros del gabinete del entonces presidente George W. Bush, sigue siendo un misterio si la Casa Blanca pudo haber hecho más por evitar los atentados que estremecieron al pueblo estadounidense y al mundo.
“Los terroristas que llevaron a cabo estos ataques buscaron no solo quitarle la vida a nuestra gente y desmoronar edificios. Esperaban quebrar nuestro espíritu, y fracasaron “, dijo el vicepresidente Mike Pence el 11 de septiembre de 2018 durante una ceremonia en homenaje a las víctimas que perecieron en el trágico suceso hace 17 años. “El pueblo estadounidense demostró en ese día, y en todos los días desde entonces, que no nos dejaremos intimidar”.
Por su parte, el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, siempre crítico con la gestión de George W. Bush, repitió en distintas ocasiones, sin dar detalles, que cree saber quién está verdaderamente detrás de los atentados, lo que contraviene la versión oficial:
“Por cierto, Irak no derribó el World Trade Center (las Torres Gemelas). No fue Irak. Fueron otras personas. Y creo que sé quiénes eran esas otras personas”, afirmó en una entrevista a ABC News, especificando que lanzar una intervención militar estadounidense en Oriente Medio tomando como pretexto los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 fue “la peor decisión tomada en la historia del país”.