Es a raíz de la manifestación de un amplio grupo de ex trabajadores de El Rápido que no fue contratado por ninguna de las empresas que cubren sus servicios. No dejan pasar a buena parte de los micros. Hay casi 100 empleados "a la deriva".
Una protesta en el acceso a la estación Ferroautomotora de Mar del Plata bloquea parcialmente el ingreso y la salida de micros de distintas empresas de transporte.
La manifestación tomó fuerza hoy después del mediodía y está encabezada por un amplio grupo de ex trabajadores de la empresa El Rápido, que denuncian no haber sido contratados por ninguna de las tres empresas que se hicieron cargo de los servicios que la misma brindaba.
El mes pasado, luego de un profundo conflicto en El Rápido que mantuvo paralizado los servicios por alrededor de diez días, el Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires intervino en la situación y logró cerrar un acuerdo para preservar las fuentes laborales.
Para eso, se firmó el traspaso del personal de tres líneas de colectivos de El Rápido a otras tres empresas de transportes: Unión Platense S.R.L, Plusmar S.A. y Expreso Tigre Iguazú S.A.
Casi 100 trabajadores, sin embargo, advierten haber quedado a la deriva. Afirman que no fueron absorbidos por ninguna de estas tres empresas y luego de los reclamos formales, se decidieron a visibilizar su situación manifestándose en el acceso a la Ferroautomotora.
La medida afecta al funcionamiento de las empresas de transporte y por ende a los pasajeros, quienes desde esta mañana se ven obligados a subir y descender de los micros sobre la calle 9 de Julio, en lugar de en las plataformas.
Por la mañana, los trabajadores cortaron parcialmente el paso de los micros sobre 9 de Julio, a la altura de Misiones, colocando vehículos en medio de la calle, aunque momentos después liberaron el tránsito, pero después del mediodía regresaron con más fuerza impidiendo el paso de ómnibus de algunas empresas.
En algunos de los micros que no pudieron ingresar a la terminal a partir de este bloqueo parcial y debieron bajar a sus pasajeros en la calle -como ocurrió durante el conflicto del último verano-, trabajan ex compañeros de los manifestantes, quienes exigen soluciones y la continuidad de sus puestos de trabajo dentro de algunas de las tres empresas que cubren los destinos de El Rápido.
Concretamente, no permiten que ingresen los colectivos de Plusmar, Vía Bariloche y Unión Platense, las tres empresas que deberían haber sumado a su planta, de acuerdo con el acuerdo firmado a instancias del Ministerio de Trabajo.
Los trabajadores contaron a LA CAPITAL que de los 212 trabajadores incluidos en el acta firmado en el Ministerio de Trabajo bonaerense para autorizar su traspaso a otras empresas, alrededor de 100 quedaron “a la deriva”.
“No sabemos a cuál de las tres pertenecemos. Ellos (los empresarios) siguen explotando el negocio, no nos despiden y nos dejan esperando no sabemos qué, mientras nos quieren indemnizar por 10.000 pesos por año, que es una suma irrisoria”, comentó Gabriel, uno de los afectados.
“Pedimos que las empresas nos tomen en la misma condiciones que estábamos. Pero no nos dan respuestas y quieren que renunciemos a nuestro trabajo y nuestra antigüedad por medio de presión”, reclamaron desde el acceso de micros de la Ferroautomotora, sobre la calle 9 de Julio.
Entre los trabajadores afectados hay personas con entre cinco y 40 años de antigüedad dentro de El Rápido, entre ellos choferes, administrativos y personal del área de encomiendas. Aseguraron que sostendrán la protesta y el bloqueo parcial “hasta tener una respuesta” y recuperar su puestos de trabajo.
“El desgaste es psicológico”
Los trabajadores afectados por el traspaso de El Rápido a otras tres empresas se encuentran en una indefinición contundente: no están trabajando, pero tampoco fueron despedidos, ni se les asigna dónde cumplir sus tareas.
Pese a reuniones y distintas comunicaciones, afirman no tener apoyo gremial y advierten que “de parte de los empresarios el desgaste es psicológico”, porque “no nos echaron pero si queremos buscar otro trabajo, tenemos que renunciar; juegan con nosotros”, denunció un empleado con 10 años de antigüedad.