Ezequiel Sebastián Orbes (23) continuará detenido por el crimen de Luis Arturo Aravena Ramos, ocurrido el 4 de septiembre pasado en el barrio Santa Rosa del Mar. Se sospecha que el móvil del homicidio fue el robo de una garrafa.
La Justicia de Garantías dictó la prisión preventiva del joven de 23 años que está acusado de haber asesinado a un hombre de 50 puñaladas a comienzos de septiembre en una vivienda del barrio Santa Rosa del Mar.
El magistrado Juan Tapia hizo lugar al pedido de la fiscal María Florencia Salas y, de esta manera, Ezequiel Sebastián Orbes permanecerá detenido en la Unidad Penal Nº 44 de Batán como único imputado por el homicidio de Luis Arturo Aravena Ramos (45).
El caso se conoció pasado el mediodía del 4 de septiembre último, luego de que el dueño de la casa en la que él vivía la víctima, en Avenida Centeno (Antártida Argentina) y calle 449, lo encontrara ensangrentado en el mismo comedor. Cuando la policía y los médicos forenses llegaron al lugar, establecieron que cadáver del hombre oriundo de Chile presentaba heridas de arma blanca en distintas partes del cuerpo.
La principal hipótesis del asesinato giró desde un comienzo en torno a los más cercanos a Aravena Ramos, con quienes Orbes tenía un vínculo no familiar pero sí de vecindad directo: su madre vive a metros de la casa en donde ocurrió el asesinato.
En esa línea, la fiscal Salas avanzó en la investigación del hecho y ordenó primero el allanamiento del domicilio donde residía el principal sospechoso. Al no encontrarlo, dispuso la búsqueda siguiente, que finalmente arrojó resultados por la tarde del 5 de septiembre. Orbes fue detenido frente al comedor “Semillitas” de calle 433 al 1200, a unos 4 kilómetros de allí.
Aravena Ramos era de nacionalidad chilena y le habían prestado esa casa para vivir a cambio de que la cuidara. Se ganaba la vida preparando carne asada y chorizos en sanguches que preparaba en ese mismo domicilio.
Al día siguiente de su detención, Orbes fue conducido a Tribunales y al entrevistarse con la fiscal Salas mostró señales de arrepentimiento. Tanto es así que lloró durante casi toda la audiencia, acaso por comprender la brutalidad del crimen que había cometido.
La investigadora comunicó entonces a Orbes que estaba imputado del delito de “homicidio criminis causa” por matar a puñaladas a Aravena Ramos para ocultar el robo de una garrafa y un televisor. En ese momento la Defensoría Oficial optó por no hacer declarar al detenido, y al mismo tiempo solicitó la extracción de sangre y una pronta evaluación psiquiátrica y psicológica.