Consultados por LA CAPITAL, pasajeros del avión reconstruyeron cómo fue volar con el Presidente de la Nación.
El vuelo 1600 de Aerolíneas Argentinas despegó más de 45 minutos después de lo previsto, a las 17.50, del aeroparque Jorge Newbery con el presidente Javier Milei y su hermana Karina -secretaria general de la Presidencia- a bordo.
Apenas subió el primer mandatario a la aeronave, se instaló en la primera fila y ante los aplausos y algunos gritos de “Presidente” saludó a los demás pasajeros y se sentó. Como los aplausos continuaban volvió a levantarse y, con su típico gesto de puño cerrado y elevado, recitó su frase de cabecera: “¡Viva la libertad, carajo!”. Luego la repitió.
Los demás pasajeros ya habían sido avisados por el capitán de la aeronave que el Presidente de la Nación sería parte del viaje, ya que se los había comunicado ante la demora del despegue. Ese retraso se debió a que se debió cumplir con un protocolo especial de seguridad ante el abordaje del Jefe de Estado.
“Subió último, ya sabíamos que venía con nosotros y se sentó adelante de todo junto a su hermana. Después saludó y dijo su típica frase de ´Viva la Libertad, carajo´. Muy normal, sin ningún privilegio, viajó como uno más de nosotros”, reconstruyó una mujer sanjuanina.
Su madre destacó: “Viajó como un pasajero más. Y comió lo mismo que nosotros: un sanwichito de miga de jamón y queso y un juguito de naranja. Es que así tiene que ser“. Ambas llegaron para compartir el año nuevo con una amiga marplatense.
🚨 MILEI OVACIONADO EN VUELO COMERCIAL RUMBO A MAR DEL PLATA.
— El Trumpista (@ElTrumpista) December 29, 2023
Laura, que fue recibida por su marido e hijo, definió al vuelo como “muy tranquilo, normal”. “Saludó y dijo viva la libertad carajo dos veces, porque la gente se lo pidió. Y después fueron los primeros en bajar. Nadie se le acercó y él no se movió de su lugar”, sostuvo.
“Fue todo muy tranquilo, muy normal. Lo aplaudieron y alguno sacó fotos. Pero nada de otro mundo. Ya sabíamos que viajaba con nosotros”, contó Micaela, que llegó a la ciudad para pasar las fiestas de fin de año con su familia. Su padre, para matar el tiempo que demoró su hija en aterrizar, había intentado tomar alguna foto del presidente sin suerte.
El vuelo se completó con total normalidad y el Boing 737 tocó el asfalto del aeropuerto internacional Astor Piazzolla a las 18.36. El presidente y su hermana bajaron del avión y abordaron una van Mercedes negra que los estaba esperando directamente en la pista. Unos 7 minutos después, a las 18.41, abandonaron la estación aérea escoltados por un gran operativo de seguridad integrado por 20 motos, dos camionetas de la Policía Federal y varios autos de civil.