Por Roberto Moro.
Esta semana conmemoramos el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas y es una buena oportunidad para hacer un balance del trabajo realizado y sacar algunas conclusiones para, a partir de allí, pensar y repensar las políticas públicas.
Cuando hace poco más de tres años atrás asumimos en la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (SEDRONAR) sabíamos que para abordar de manera integral este fenómeno complejo, dinámico y multicausal debíamos buscar socios estratégicos en todos los espacios y contextos: provincias, municipios, organizaciones de la sociedad civil, del mundo laboral, del ámbito educativo, académico y científico, entre otros.
Pusimos en marcha el programa preventivo de adicciones en ámbitos educativos más grande de nuestro país. Elaboramos manuales de contenido teórico-metodológico y pedagógico-didáctico para trabajar la prevención en las aulas, desde el nivel inicial hasta el ciclo terciario. Y, en articulación con los delegados provinciales del Consejo Federal de Drogas (COFEDRO), distribuimos más de un millón de estos materiales en las 60.000 escuelas de todo el país y capacitamos a cerca del 60% de sus equipos docentes.
Además, junto a empresas privadas, cámaras empresarias, organismos estatales, gremios y sindicatos desarrollamos estrategias preventivas para abordar los consumos problemáticos de sustancias en el ámbito laboral, alcanzando indirectamente a más de dos millones de personas.
Por otra parte, hace tres años que venimos ampliando el alcance del abordaje territorial: junto a organizaciones de la sociedad civil, pasamos de 35 a 200 Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario (CAAC), ubicadas en las zonas más vulnerables del país. En estos espacios de contención y primera escucha también llevamos adelante talleres de capacitación en oficios, grupos terapéuticos, actividades recreativas y deportivas, entre otras acciones con el fin de fortalecer las redes y potenciar a los actores locales.
Asimismo, con provincias y municipios comprometidos ante esta problemática, inauguramos 16 Dispositivos Integrales de Abordaje Territorial (DIAT), donde abordamos la prevención y tratamiento de las adicciones desde un enfoque integral y comunitario, y pusimos en marcha el Programa Municipios en Acción, por cual ya son más de 560 gobierno locales que incluyeron la temática en su agenda y están elaborando sus planes atendiendo sus características particulares.
Hemos avanzado mucho en la dirección correcta y aspiramos a que estas políticas públicas se conviertan en políticas de Estado, manteniendo su esencia e incrementando su acción y su alcance. Sin embargo, sabemos que aun falta y por eso, así como en su momento convocamos a gobiernos provinciales y municipales, a cámaras empresarias y gremios, a organismos estatales y organizaciones no gubernamentales, entre tantas otras, hoy debemos reforzar el trabajo de base con las familias para fortalecer el vínculo entre padres e hijos y el cuidado entre pares.
En ese sentido, necesitamos aunar esfuerzos con las familias para que estas estén informadas sobre el problema de las drogas. Muchos padres pueden no querer hablar del tema porque creen que brindando información o habilitando la charla están, de alguna manera, fomentando el consumo. Por el contrario, consideramos que estar informados, poder reflexionar y abrir la discusión es fundamental para tomar decisiones de cuidado, autónomas, libres y conscientes. Los padres tienen un lugar privilegiado desde donde pueden y deben cuidar, contener y acompañar a los niños, niñas y adolescentes.
El Estado nacional, a través de SEDRONAR como órgano rector en la materia, los gobiernos provinciales y locales, las organizaciones de la sociedad civil, y las familias, cada uno desde su lugar y asumiendo su responsabilidad podremos, en definitiva, cuidarnos entre todos.