La decisión del Consejo Federal Pesquero contra dos de las más importantes empresas locales generó inquietud en el puerto. Creen que podría afectar el empleo.
La decisión de las autoridades pesqueras de extinguir cuotas individuales transferibles de captura de merluza de cola de dos empresas marplatenses generó gran preocupación en la industria pesquera local.
Las compañías afectadas son las tradicionales Pedro Moscuzza e hijos SA y Luis Solimeno e hijos SA, a las que Consejo Federal Pesquero decidió quitarles importantes volúmenes de captura a sus buques para la pesca de esta especie, en base a la figura de “falta de explotación”. Es decir, bajo el argumento de que durante las últimas temporadas las embarcaciones capturaron menos toneladas de este recurso que las que tienen autorizadas anualmente.
Si bien la Ley Federal de Pesca contempla aplicar reducciones de forma excepcional en las cuotas en determinados casos, lo cierto es que hasta el momento esta clase de medidas generalmente eran evitadas porque pueden implicar la pérdida de capital y puestos de trabajo, particularmente en momentos donde es muy importante en el país arbitrar políticas para conservar el empleo y ayudar a empresas de capital nacional a subsistir.
De hecho, desde que la cuotificación que establece la ley federal 24.922 fue reglamentada, siempre existió un mecanismo que permitió que los armadores, cuyos buques no pudieran capturar la totalidad de sus cuotas en el transcurso de un año, pudieran realizar un trámite de devolución para evitar sufrir las graves sanciones como las de este tipo.
No obstante, dicho trámite fue dejado sin efecto únicamente para la merluza de cola, provocando que barcos marplatenses queden sin cuota de la especie o con porcentajes muy reducidos. Como resultado, en el futuro los barcos afectados deberán conformarse con una cuota de merluza de cola menor a la que tenían históricamente, lo que afecta el empleo.
Por otra parte, el porcentaje de las cuotas que les fue quitado ahora podrá ser asignado por los funcionarios a otros buques, desconcociéndose por el momento cuáles podrían ser los nuevos beneficiados.
La medida no pasó desapercibida en el puerto marplatense, ya que además de ser inédita en la historia del régimen de cuotificación vigente, afecta a dos de las principales compañías de la industria, consideradas entre las que más mano de obra generan dentro de la actividad.
En el sector empresarial y sindical se observa que la decisión expresa una brusca e inequitativa modificación en el criterio con el Consejo Federal de Pesca venía actuando ante las situaciones encuadradas dentro de la figura de “falta de explotación”.
Se advierte que en esta ocasión hubo un cambio en la línea de actuación de las autoridades, las que hasta el momento daban por hecho que existen circunstancias que a veces dificultan que los buques completen sus cuotas, ya sea por razones climáticas, operativas, biológicas, económicas o de mercado, entre otros imponderables no siempre contemplados en la normativa.
Más allá de que existen especulaciones acerca de las motivaciones de esta medida y dudas sobre lo que harán los funcionarios con el porcentaje de las cuotas disponibles, preocupa que el puerto de Mar del Plata haya visto disminuido su acceso a este recurso y el intempestivo cambio de reglas.
En este marco, una situación que no pasó desapercibida fue el hecho de que la medida haya sido aprobada en el seno del Consejo Federal Pesquero por unanimidad, es decir, con el aval de la representante de la Provincia de Buenos Aires, Carla Seain, dejando abierta la puerta para que un significativo volumen de materia prima que se contaba entre los “activos” de Mar del Plata ahora pase a manos de cualquier otra provincia del litoral marítimo.