Se trata del punto de venta de drogas más popular del barrio Libertad. En julio del año pasado lo habían demolido dos veces. La banda que lo regentea esta presa, aunque una de las mujeres procesadas fue beneficiada con arresto domiciliario en una casa ubicada a pocos metros de allí.
“El Chapón” es el nombre de un inacabable búnker de narcomenudeo que opera en la zona noroeste de la ciudad de Mar del Plata. Es el sitio más conocido del barrio Libertad y su existencia forma parte ya de la tradición en aquellos que consumen drogas. Hoy, al igual que en julio del año pasado, fue demolido por la policía con la esperanza de que su desaparición, ahora sí, pueda ser para siempre.
La desmesura en la comunicación de parte del Ministerio de Seguridad, que antes de que terminara el operativo ya lo había difundido, acaso demuestre la falta de conocimiento de ese antecedente, aunque, es cierto, no resta importancia a un operativo que deja sin funcionar una boca de expendio de marihuana y cocaína.
De todos modos, este jueves el secuestro fue de apenas 5 envoltorios de cocaína, una cantidad irrisoria por tratarse de un “point” tan significativo. Y aunque volvieron a demoler las precarias paredes que formaban el “bunker”, nada garantiza su cierre definitivo.
Ocurre que el 10 de noviembre del año 2016 toda la organización que regenteaba “El Chapón” y que estaba vinculada a abastecedores del barrio Camet cayó en el último gran procedimiento realizado en Mar del Plata. Aquella vez se logró secuestrar casi 50 kilogramos de marihuana, una poca cantidad de cocaína y más de 1 millón de pesos. Fueron doce los miembros de la banda que quedaron detenidos, pero a algunas mujeres les dieron el arresto domiciliario por orden de la Justicia Federal.
La venta en “El Chapón” quedó interrumpida por algún tiempo pero en los primeros meses del año 2017 volvió a detectarse actividad y la fiscalía a cargo de Daniela Ledesma y Leandro Favaro diligenciaron nuevas medidas de vigilancia.
El 6 de julio del año pasado se volvió a allanar y tras secuestrarse 50 envoltorios de marihuana y otros tantos de cocaína una topadora demolió el lugar, el cual era apenas un cuarto levantado precariamente en Bayley al 700.
Lo increíble de entonces fue que el 25 de julio, menos de tres semanas después, el “point” volvió a funcionar, esta vez apenas protegido de la mirada externa por unos chapones. De ese modo, no solo regresaba la mística aquella de vender drogas desde un sitio rodeado de chapas sino también el desparpajo de hacerlo casi de un modo burlón.
La policía allanó y detuvo a un hombre en momentos en que realizaba una transacción. Esa vez “demolerlo” fue cuestión de empujar las chapas que se habían colocado para cercar el terreno y detrás de las cuales se llevaban acabo las ventas.
Inverosímil
Como si renacer de sus propios escombros fuera una acción rutinaria, un poco al amparo de la desatención pública y otra por la audacia de los mismos narcomenudistas de siempre, “El Chapón” fue cobrando fisonomía en las últimas semanas.
Las autoridades que investigan o intentan detener la venta de drogas en la ciudad parecieron ingenuas o incompetentes en este caso, ya que una de aquellas mujeres procesadas con arresto domiciliario eligió como domicilio la casa ubicada frente a “El Chapón”. Y no fue cualquier mujer, sino María de los Angeles Ferrerya, la definida en el expediente judicial como encargada de la venta de drogas en el barrio Libertad.
En la tarde de este jueves, Ferreyra estaba en su casa, con su tobillera monitoreada, cuando la policía volvió a irrumpir. Un hombre la acompañaba y también el menor de edad que, según la investigación, era usado como vendedor en “El Chapón”. Apenas la policía pudo secuestrar 5 envoltorios de cocaína.
“Ahora tienen la modalidad de no tener más que cantidades pequeñas encima. Son distintos pasamanos, de una casa a otra, para no tener mucha en el mismo lugar. Lo importante es que se sacó de circulación al punto de venta una vez más”, dijo Gustavo Berdini, titular de Drogas Ilícitas de la policía de la Provincia de Buenos Aires.
De acuerdo a la estadística del Ministerio de Seguridad con esta demolición, ascienden a 38 los bunkers derribados por la Policía en toda la provincia de Buenos Aires desde el comienzo de la gestión del ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
Los detenidos quedaron a disposición de la UFI temática de estupefacientes a cargo de Leandro Favaro del Departamento Judicial Mar del Plata.