Peñarol recibe a Obras Básket, desde las 21, buscando un triunfo que lo mantenga en la pelea en la Liga Nacional
Inmerso en una lucha que hace varias fechas lo mantiene en pugna dentro del Top-3 de las posiciones de la Liga Nacional de Básquetbol, Peñarol retorna este jueves al Polideportivo “Islas Malvinas”. Luego de tres partidos seguidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (de los cuales ganó dos), el “milrayitas” recibirá a Obras Básket, a partir de las 21.
Los dirigidos por Leandro Ramella transitan por una racha súper positiva. Han logrado victorias en 13 de sus últimos 15 partidos. Una de esas dos derrotas fue ante Boca, en el Polideportivo, la cual le puso fin al imponente registro de 12 éxitos en fila. Y la otra fue precisamente frente al adversario de esta noche, que lo doblegó hace pocos días en el Templo del Rock.
Y así como Peñarol se tomó rápido y amplio desquite del “xeneize”, intentará hacer lo mismo frente al “tachero”.
Claro que para conseguirlo, no podrá permitirse dos cuartos tan permisivos como los del primer tiempo en Núñez. Al fin y al cabo, más allá de una buena recuperación en el tercer parcial, esa amplia desventaja que se llevó al descanso largo (37-54), terminó condicionando el desarrollo posterior.
Obras navega en aguas tranquilas en inmediaciones de la mitad de la tabla. Pero le resulta muy complicado escapar de su propia irregularidad para afirmarse más arriba. Para muestra, luego del muy buen triunfo ante Peñarol (86 a 80) cayó sin atenuantes en su visita a Platense (95-72), que se encuentra bastante más atrás en las posiciones.
La experiencia y la capacidad para conducir y anotar de Pedro Barral, la enorme proyección del pivote Lautaro Berra y el estadounidense Keith Stone aparecen como las armas individuales más importantes de una estructura que pretende sacar ventajas desde el funcionamiento colectivo y el reparto de responsabilidades.
Peñarol ha demostrado tener un respetable poder ofensivo, con varios jugadores con puntos en sus manos, y de a poco ha ido mejorando su prestación defensiva, lo que cual lo convierte, hoy por hoy, en un oponente incómodo para cualquiera.