Lo hizo en el mediodía de este miércoles. Las empresas que ofrezcan espectáculos no pagarán la tasa de Habilitación ni la de Publicidad y Propaganda. Lo había pedido la gobernadora.
La presidencia del Concejo Deliberante emitió este miércoles un decreto ad referéndum del cuerpo mediante el que devuelve al sector teatral las exenciones que tenía hasta abril del año pasado.
Con esta disposición, el cuerpo modificó los artículos 249° y 251° de la ordenanza fiscal. Así, volverán a quedar exentas de la tasa por habilitación de oficinas las empresas que ofrezcan espectáculos teatrales y cinematográficos, excepto las de exhibición condicionada.
Las mismas compañías estarán exentas de la tasa de publicidad y propaganda, cuya notificación a fines de enero generó una fuerte queja del sector teatral y una dura carta de la gobernadora al intendente Carlos Arroyo para que diera de baja esos tributos.
La ordenanza recoge los proyectos presentados en las últimas semanas por las concejales Vilma Baragiola (UCR) y Virginia Sívori (Unidad Ciudadana). De hecho, también condona aquellas deudas que las empresas teatrales y cinematográficas registren desde el año pasado por las tasas de habilitación de oficinas y publicidad y propaganda.
“El decreto tuvo el aval de los concejales y será ratificado en la próxima sesión”, dijeron a LA CAPITAL fuentes legislativas. La norma lleva las firmas del titular del cuerpo, Guillermo Sáenz Saralegui, y el secretario, Juan Tonto.
Según los argumentos, “la ciudad de Mar del Plata, desde su fundación, se ha convertido en un polo de atracción turística en donde miles de veraneantes disfrutan de un entorno natural inigualable”.
Puntualizan que, a pesar de que a lo largo de su historia se convirtió en un centro urbano en el que conviven sectores industriales, de servicios y comercios en general, “la industria turística sigue siendo, por tradición e importancia, uno de los sostenes principales de la economía de la ciudad”.
En ese marco, destacan que el sector teatral y cinematográfico “constituye una de las atracciones principales no solo en temporada estival, sino a lo largo de todo el año, generando dinamismo e impactando en forma sensible directa e indirectamente en la economía local”.
En esa línea, “es una herramienta que aporta competitividad a la ciudad frente a otras plazas turísticas”.