La coordinadora del Consejo Local de la Niñez, María de los Angeles Lorenzo, destacó que por medio de la justicia se haya abierto "una puerta para el diálogo" con la Municipalidad.
La coordinadora del Consejo Local de la Niñez, María de los Angeles Lorenzo, destacó que por medio de la justicia se haya abierto “una puerta para el diálogo” con la Municipalidad pero aseguró que mientras tanto los chicos que se quedaron sin programas “siguen esperando”.
– ¿Por qué son tan importantes estos talleres culturales y deportivos para los chicos?
– Los chicos que están en barrios muy alejados, por diferentes razones que tienen que ver con ausencia de los padres, tienen que quedarse a cuidar de sus hermanos menores. Entonces, hay una gran deserción escolar por razones que tienen que ver con el sostenimiento familiar. Tal vez, ese chico no pueda ingresar al sistema formal de educación. Estos programas, que no son de jornada completa sino que son una o dos veces por semana, muchas veces cumplen el papel de socialización de ese niño o niña que tiene que estar por cuestiones familiares en otras tareas. La llegada de estas actividades a los hogares enriquece a la personalidad y la subjetividad del niño. No solamente la educación formal, también necesitamos una educación integral y un reconocimiento del niño como sujeto de derecho. Dentro de eso hay que reconocerle este papel que tiene que jugar la sociedad en su formación personal.
– ¿Hoy esos 13 mil chicos están en la deriva?
– No podemos asegurarlo, pero el Estado no le está dando la posibilidad dentro de la política pública, que reafirman la Convención de los Derechos de Niño, las leyes de provincia y Nación, a ejercer toda su capacidad como sujeto de derecho.
-¿Qué hace ahora el chico que, por ejemplo, iba a aprender teclado pero se le suspendió el programa?
– Ese chico ahora tendrá que ver qué hace. Nadie sabe qué está haciendo en este momento. Quizás siga cuidando a sus hermanos o esté en la calle o esté incentivado por alguna cuestión que no sea formativa para su persona. Después a ese chico, cuando termina en Batán o haciendo cosas terribles se pide que vaya preso. Nosotros nos tenemos que preocupar por la prevención de ese tipo de cosas. Cuando el tema ya está instalado es poco lo que podemos hacer. Entonces ahí solo empezamos a buscar dónde lo vamos a encerrar y cómo resocializarlo.
– Desde la Municipalidad dijeron que esto no hay que judicializarlo porque es una cuestión política qué se hace con esos talleres y a dónde se lo destina. ¿Es así?
– Creo que son diferentes valoraciones que hace el representante del Ejecutivo. Los consejos locales de la Niñez son una creación que hace la ley 13.298 de protección y promoción de derecho del niño. Entonces esta ley ve con agrado que formando parte del sistema estén los consejos locales. Es decir, es un organismo que está integrado por diferentes organizaciones de la comunidad como ONG, movimiento e integrantes del ejecutivo municipal que tiene que ver con la diagramación de la política pública para la niñez de un determinado territorio, que en este caso es General Pueyrredon.
– ¿Cómo se puede llegar a un acuerdo con distintas miradas?
-Como son diversas las posiciones en ese organismo, todos tienen una mirada desde el lugar desde el que miran a la niñez. Eso genera distintas ideas sobre cómo trabajar en cada territorio. Eso es lo que arma el plan de política pública, más allá de que no sea obligatorio para el Ejecutivo llevarlo adelante tal cual salga del consejo, pero es una recomendación y una mirada mucho más abarcativa que la del ejecutivo sola. Entonces es más democrático, más abarcativo y tiene incidencia porque tiene muchas miradas y además le facilita al Poder Ejecutivo mirar más allá del lugar en el que se encuentra. Me parece que es importante porque no hay una mirada sola, sino que esto hace una lupa dentro del territorio. Es favorecedor para tener una idea más democrática de lo que está sucediendo.
– ¿Creen que el amparo judicial podrá permitir que se llegue a un punto de acuerdo?
– A nosotros el amparo nos ha permitido abrir la puerta de un diálogo que era lo que estábamos acostumbrados a hacer para intercambiar opiniones para decir lo que estaba bien y lo que estaba mal? Lo que nos permite es un diálogo para decir ‘me parece que esto debiera encaminarse hasta un lugar u otro’. No es que nosotros vamos a dirigir porque no somos el Ejecutivo municipal, pero sí podemos dar una opinión. Esto es lo que me parece positivo de esta posibilidad de diálogo. Por ahora, los chicos siguen esperando porque no vemos que haya un redireccionamiento porque los capacitadores siguen sin estar ocupados en estas tareas y los programas PEBA tampoco tienen un direccionamiento. Esperamos que en un futuro pueda ser, pero aún no está explicitado.