Efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local montaron un sagaz operativo en Tetamanti y Mario Bravo para apresar a Cristian Ezequiel Rodríguez (20), el acusado de matar a un joven a tiros en julio pasado, en las inmediaciones de un "point" de drogas del barrio Autódromo.
Más de tres meses y cinco allanamientos después, la policía logró detener a un peligroso prófugo que era intensamente buscado por considerar la Justicia que habría sido el autor de un crimen vinculado al narcomenudeo, en julio último.
La detención de Cristian Ezequiel Rodríguez (20) se produjo gracias a al sagaz tarea de los miembros de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local, quienes llegaron a hacerse pasar por personas en situación de calle para lograr su objetivo. Fue este miércoles a la madrugada, en Tetamanti y Mario Bravo.
Allí se apostaron los detectives de civil, quienes simularon ser indigentes. Según trascendió ahora, tenían el dato de tres posibles domicilios en los que el sospechoso podía llegar a estar escondido. Y, precisamente de uno de ellos, lo vieron salir pasada la medianoche.
Todo había comenzado en horas de la tarde del 28 de julio en el barrio Autódromo. Alrededor de las 19 de ese día, en un “point” de drogas de Vértiz y 238, Agustín Facundo Sosa (21) recibió tres de los seis tiros que alguien le efectuó con el único fin de acabar con su vida.
La víctima fue trasladada al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde falleció más tarde, y tanto la Justicia como la policía iniciaron una investigación para identificar y detener al o los autores del crimen. En un comienzo, el fiscal Alejandro Pellegrinelli apuntó contra dos sospechosos, y uno de ellos hasta fue detenido. Al declarar, dijo que no tenía nada que ver con el hecho, y luego recuperó su libertad.
La pesquisa continuó y otros dos jóvenes fueron identificados y acusados. Uno de ellos fue Rodríguez, de quien los uniformados conocían cinco posibles domicilios donde poder hallarlo. En estos meses, allanaron cada uno de ellos sin obtener resultados positivos.
Sin embargo, las averiguaciones sobre su paradero continuaron y tres nuevas direcciones surgieron en ese marco. En los últimos días, la DDI desplegó sus recursos en todas, lo que incluyó el personal vestido de civil y bajo la simulación de indigencia.
Finalmente, alrededor de la 1 de la madrugada Rodríguez salió de uno de los inmuebles, emplazado sobre la calle Tetamanti. Según trascendería luego, se trata de la propiedad donde vive una familiar de su pareja. Lo cierto es que los policías, al verlo, dieron aviso a sus compañeros de operativo y al caer en la cuenta de que había sido descubierto, el prófugo intentó escaparse, pero no pudo y quedó detenido.
Por orden del fiscal Pellegrinelli, este miércoles a la mañana fue conducido a Tribunales, donde se le notificó de la imputación por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma”. Luego, quedó alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán.
El caso
El crimen de Sosa ocurrió el sábado 28 de julio poco después de las 19, cuando Sosa se encontraba solo en el cruce de Vértiz y 238, a poca distancia de “La Chatarrera”, como se denominaba al “point” de drogas ubicado en ese sector de la ciudad. Por ese motivo es que no hubo testigos, pero la víctima habría alcanzado a dar alguna indicación a sus familiares antes de que empezara a desvanecerse luego de recibir los disparos. Poco después, falleció en el HIGA.
En ese sector del barrio Autódromo se habían realizado innumerables allanamientos e incluso allí también fue asesinada en diciembre del año pasado la adolescente Aldana Llera, crimen por el cual fue acusada y está detenida, a la espera del juicio, la joven Cristal Cardozo.
El lunes siguiente fue aprehendido por el homicidio de Sosa Kevin Germán Vicintin (25) fue detenido en el allanamiento de una casa del barrio Autódromo y el fiscal Alejandro Pellegrinelli lo imputó por “homicidio”. Luego, se presentó a declarar ante el investigador y dijo que no tenía “nada que ver” con el hecho y que desconocía al otro sospechoso, identificado como Mirko Lautaro Opazo Silva (23).
Vicintin fue liberado tiempo después al quedar acreditado que su versión era cierta y, en principio, no tenía vinculación con el asesinato. En tanto, Opazo Silva estuvo prófugo por varias semanas y, después, su pedido de captura quedó sin efecto tras quedar comprobado que no había indicios que lo ubicaran en la escena del crimen.
Posteriormente, surgió en la pesquisa el nombre de Cristian Rodríguez, que ahora también quedó detenido y acusado por el hecho.