Dos hombres fueron detenidos y otras seis personas demoradas. Los principales acusados declararon que el robo no existió sino que la supuesta víctima, alterada por el consumo de drogas y alcohol, causó disturbios en la vivienda donde se producía el encuentro y que por eso se fue echado.
Dos hombres fueron detenidos días atrás luego de que fueran acusados de robarle a otro y golpearlo en las inmediaciones de una casa del barrio Bernardino Rivadavia donde se realizaba una fiesta clandestina.
Los hechos se registraron el domingo por la mañana, cuando la policía halló sentado en el cordón de la vereda de Rawson y Tierra del Fuego a un hombre ensangrentado y descalzo. Al entrevistarlo, éste les dijo que dos ladrones le habían robado las zapatillas y una campera, y dio la dirección hacia la cual habían escapado.
Según la reconstrucción del caso que realizaron las fuentes a las que accedió LA CAPITAL, los policías acudieron en busca de los supuestos delincuentes y a media cuadra, en Rawson al 5600, detectaron ruidos que provenían desde una vivienda. En ese lugar, descubrieron que se realizaba una fiesta clandestina con ocho asistentes.
De acuerdo a las pruebas que se reunieron en una causa que recayó en la Fiscalía de Flagrancia, a cargo entonces de Facundo De la Canale, en el interior de la casa estaban dos hombres a los que la víctima señaló como los dos ladrones que le habían robado. Por ese motivo, y debido a que las personas que se hallaban allí violaban el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), se dispuso su aprehensión.
Notificado el fiscal De la Canale de los hechos, ordenó que los participantes de la fiesta fueran liberados pero que los dos principales acusados del robo -uno de ellos el dueño de la vivienda- permanecieran detenidos en el marco de la presunta comisión de ese delito. Por eso, ambos fueron trasladados a la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán.
Versión exculpatoria
El lunes, cuando debieron presentarse a declarar en Tribunales, los imputados declararon que no habían cometido ningún robo. Más bien, dieron una versión absolutamente distinta de los hechos.
Según se desprende del expediente, los dos hombres que son defendidos por el abogado Martín Bernat manifestaron que tanto ellos, como los otros seis participantes de la fiesta, se encontraban en plena celebración cuando el denunciante apareció en la casa solo y fue invitado a pasar. Conforme su propia declaración, el dueño de la propiedad -y a su vez acusado del robo- conoce a la presunta víctima desde hace 10 años del gimnasio del Club Atlético Peñarol y también del barrio, y por eso lo habría dejado pasar.
En sus dichos ante el fiscal, el detenido dijo que el invitado había consumido alcohol y drogas y mostró actitudes violentas. Inclusive, habría golpeado sin ninguna razón a varios de los presentes en determinado momento, y por eso los demás se decidieron a echarlo de la vivienda, en medio de distintos forcejeos que le provocaron lesiones sangrantes.
Con respecto a las zapatillas de las cuales la víctima dijo haber sido despojada, el acusado manifestó que “seguramente se les salieron y las perdió (al igual que la campera)” en el momento en que fue expulsado del inmueble en medio de una situación violenta. “No se acuerda porque estaba ebrio y yo estaba normal. Creo que mintió para zafar, porque él también estaba en la fiesta”, añadió.
Esa declaración del dueño de la propiedad fue igual a la que vertió el otro sospechoso. Y un testimonio similar ofreció ante los investigadores una mujer que también participó de la fiesta.
Por el momento, el fiscal De la Canale dispuso que los acusados permanezcan detenidos, pero su abogado Bernat ya adelantó que pedirá la excarcelación de ambos a la brevedad.