Madre e hija fueron encontradas culpables por "tenencia de estupefacientes con fines de comercialización". Recibieron penas de 3 y 4 años y multas de entre 90.000 y 130.000 pesos.
Dos mujeres fueron encontradas culpables por vender droga en “El point de la gorda”, un kiosco del barrio José Hernández que utilizaban como fachada y fueron condenadas con penas de hasta 4 años y 4 meses de prisión y multas de entre 90.000 y 130.000 pesos.
En un juicio abreviado realizado en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2, el juez Roberto Falcone condenó a Daiana Carolina Salina (25) y a Norma Susana Villa (55) por el delito de “tenencia de estupefaciente con fines de comercialización”.
Según se ventiló en el juicio, Daiana Carolina Salina fue encontrada culpable por manejar un “point” de venta de droga en Magallanes al 11.600 y, justamente por tener la mayor responsabilidad le otorgaron la pena más alta: 4 años y 4 meses de prisión y una multa de 130.000 pesos.
En cuanto a Norma Susana Villa, madre de Salina, fue encontrada culpable de haber prestado una “colaboración no esencial”, que consistió en intentar descartar parte del material estupefaciente a la llegada del personal policial y enviar mensajes de texto a su hija relacionados con ventas. Por eso su pena fue menor, de 3 años de prisión y una multa de 90.000 pesos.
La investigación comenzó en marzo de 2018 tras una denuncia anónima, que indicaba que una mujer vendía droga en un kiosco ubicado en Magallanes al 11600, conocido en el barrio José Hernández como “El point de la gorda”. El denunciante dijo que no aportaría su nombre por temor a represalias y con esa información la policía comenzó a investigar la zona.
Personal de Drogas Ilícitas realizaron tareas de inteligencias encubiertas sobre el lugar por casi un mes y confirmaron una concurrencia permanente de personas que iban al kiosco, por escasos segundos, y que no compraban ninguna mercadería del lugar. Luego se retiraban. Para los investigadores, estas maniobras fueron compatibles a transacciones de estupefacientes fraccionados y listos para el consumo.
Con toda la prueba recolectada, el juez de garantías Juan Tapia autorizó el allanamiento al kiosco de Magallanes al 11.600 y el operativo se realizó el 25 de abril de 2018 a la tarde noche.
En el lugar se encontraban Salina y Villa, quienes fueron detenidas no sin antes descartar algunos envoltorios de nylon con droga. En el lugar se secuestraron cerca de 1.211,4 gramos de marihuana, fraccionados y listo para ser vendidos.
El material estaba distribuido en dos ladrillos y un trozo compacto de 960,3 gramos hallados en el living comedor; 53 envoltorios de nylon de color negro que contenían 184,3 gramos de marihuana; semillas de marihuana de 66,8 gramos y el resto en distintos lugares de la casa -en el baño había otras 50 bolsitas-. La policía también incautó 70.842 pesos, siete celulares y otros elementos de interés para la causa.
Al momento del registró no se halló cocaína en el lugar, pero nueve días antes se había interceptado a un hombre que había acudido al kiosco y realizado una maniobra compatible con la compraventa de estupefacientes, luego esa persona tenía en su poder un envoltorio de cocaína.
Pericias en los celulares
Los celulares fueron peritados por la policía, que encontró numerosos mensajes que comprometieron a las condenadas, ya que evidenciaban ventas de droga.
-Tenés azúcar así va Francisco a buscar por favor
-Sí
-Hay
Otros mensajes corresponden a audios que le mandaron personas del barrio mientras la investigación policial estaba en curso, para alertar a Salina de la situación. “Fijate que ahí va la gorra”, se pudo escuchar a una mujer decirle a la imputada y “ojo que ahí en la esquina de Barraza está el patrullero con el taxista, no vendas”.