Por Virginia Segret Mouro (*)
Despierto al alba, amor mío,
y veo en esa blanda luz imperceptiblemente azul
que asoma por las celosías de mi ventana
una dulzura de estanque que me baña y me inunda de ti.
Cierro entonces los ojos y encuentro
el bálsamo de tu mirada recostada en la mía.
Pero ahora, esta noche,
vine ardiendo a buscarte.
(*) Del libro inédito Persia.