Por Pablo Garcilazo
Desde el teatro descubrimos esa existencia más profunda y rica de la vida de las personas, de una época, de experimentar la magia de los juegos artísticos, de problematizar un tema social, de hacer visible lo invisible.
Los 4 de junio en todo el mundo es el día del Agente Sanitario o Promotor de Salud. Personas de las comunidades que acompañan a sus vecinos en el proceso de la salud y la enfermedad, que conocen los problemas sanitarios bien de cerca porque viven ahí, en el barrio, la aldea o el pueblo y que ellos también padecen, que se capacitan permanentemente en temas de salud para trabajar junto a los médicos, las enfermeras y otros profesionales para que la salud sea más integral, más efectiva y más justa.
No hay casualidades. Más bien, causalidades: el 4 de junio de 2005, un grupo de mamás del barrio Santa Rosa de Lima, para finalizar un curso de promotoras de salud estrenaron la obra de teatro “Odisea en Chancletas. La Salud, un Derecho de Todos” en el centro de jubilados, para poner en foco la poca accesibilidad, la mala atención, el abandono, el dolor y la impotencia que tienen las personas cuando se van a atender en un centro de salud público.
La obra estaba dividida en dos momentos claros: la situación real y la situación ideal. Así, en los ensayos previos, fueron definiendo los personajes, los lugares, el argumento y el texto de la obra.
Norma se levanta una mañana con un fuerte dolor de ovarios y decide, pese al sufrimiento, caminar hasta la salita de salud de su barrio para recibir atención médica.
Primero la tratan mal, luego la atienden sin tratar de analizar cual es su padecimiento y necesidad real. Ella decide ir al hospital, pero no tiene plata. Entonces decide vender una cadenita para poder tomarse el colectivo y por el malestar se queda dormida. A partir de ahí, sueña con una buena atención sanitaria donde lo primordial son las personas. La chancleta se convirtió en un símbolo del recorrido y el camino de varias cuadras que hay que hacer, tanto para llegar al centro de salud como para poder atenderse dignamente.
Beatriz Zarate, Sonia Bartoletti, Norma Somoza y María Cardozo fueron las protagonistas junto a la coordinación de Julieta Ventimiglia y Esteban Padín del Proyecto Gestar Redes de la ONG Acción Ciudadana. La presentaron con mucha repercusión en distintos ámbitos culturales y estatales de la ciudad.
Luego de terminada la obra se hacía un debate para problematizar la atención y el acceso a la salud. Fue un aporte desde la mirada de las usuarias, de eso que esta ocurriendo y no lo terminamos de ver. Un timbre. Un granito de arena más para seguir construyendo una salud pública de calidad, centrada en las personas, en sus capacidades, posibilidades y diferencias.
Con derechos, obligaciones y un sistema de salud donde todos somos importantes.
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Mirar como si fuera la primera vez lo cotidiano de nuestra ciudad y su gente. Con ese fin nacieron estos escritos, que se desprenden de los micros radiales “Acercando el oeste y Mar del Plata”. Son voces barriales desde la salud, la comunicación y la integración comunitaria.