Por Pablo Garcilazo
Los jóvenes y el rap suelen ser buenos compañeros. Hay una búsqueda de libertad interminable. Voces, rimas, pistas, grafitis, bailes constituyen una expresión para la mente, el físico, las emociones de un movimiento siempre creciente en los barrios marplatenses.
Como unos payadores o tangueros de los inicios poetizando la realidad en las esquinas, en las medias cuadras, en las plazas, juntando sus puntos de vista en grupo, cara a cara, en un ida y vuelta existencial para poner en juego los misterios del vivir en la tierra.
Revolución, actitud, poesía.
Actitud, poesía, revolución.
Batán quiere más Batán.
El parque industrial, las quintas, las canteras, su gente.
¿Qué será de la cárcel?
Esta es la joven familia, la 464, rap consciente de Batán
Rocío, Diew, Saimón y muchos chicos integran la 464.
Incursionan en el rap con música y arreglos de guitarras acústicas, pistas, algo de reggae con letras personales poniendo en cuestión la difícil realidad para los jóvenes y el sentimiento de cuál es la misión que cumple el rap según ellos: respeto, amor, protesta, solidaridad en la acción directa, diversión, creatividad en permanente extensión, la familia de jóvenes con su lugar de contención. ¿Batán es parte de Mar del Plata o es una ciudad que está ausente de sí misma?
Si pensamos en la fuga permanente de la temporalidad de la vida un rap reggae de la 464 narra:
“Hay que empezar a olvidar sin echar mirar atrás, lo mejor está adelante esto es seguro un golpe del presente. Hay que pisar la realidad soy un tonto por soñar y me debo acostumbrar lo más hermoso no dura para siempre. Me debo acostumbrar y volver a empezar siempre hay que recordar que nunca es tarde para arrancar”.
En Batán la 464 es el número cuando discas algún número telefónico pero también la cruda expresión de unos jóvenes que con el rap entendieron que hoy están para que el pasado de lo que fueron avance mucho mejor de lo que fue para seguir el futuro de esta gran familia.
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Mirar como si fuera la primera vez lo cotidiano de nuestra ciudad y su gente. Con ese fin nacieron estos escritos, que se desprenden de los micros radiales “Acercando el oeste y Mar del Plata”. Son voces barriales desde la salud, la comunicación y la integración comunitaria.