Lo solicitó la asamblea vecinal que viene advirtiendo sobre la contaminación del arroyo Lobería. El balneario fue clausurado y se esperan los resultados de los análisis oficiales de laboratorio.
Integrantes de la Asamblea Luna Roja solicitaron este miércoles que sean retiradas las cabañas del complejo ubicado en el balneario clausurado por el municipio después de la denuncia de contaminación del arroyo Lobería.
“Lo adecuado sería el retiro de este complejo de hotelería construido en una reserva pública, en un área de playa”, indicaron a LA CAPITAL, y definieron a la situación como “estable”. “El lugar sigue clausurado y están paradas las construcciones. Lo que se está aguardando son los resultados de los análisis oficiales”, acotaron.
Los miembros de la asamblea se refieren a los estudios sobre el agua del arroyo Lobería, donde según recordaron hace 15 años son volcados los desechos cloacales de las cabañas.
Los vecinos no tienen dudas de que los resultados darán “muy mal”. “Nosotros también los hicimos en un laboratorio prestigioso de la ciudad y dieron mal”, destacaron.
Puntualizaron que las construcciones están en la ribera del arroyo y que el sistema cloacal está bajo tierra pero “no puede ser aprobado jamás porque está en un espacio de restricción hidráulica”.
Advirtieron además que “las cabañas fueron construidas sobre un médano natural” de un balneario que, por otro lado, “todavía no cumple con el espacio de arena” que debe destinar al sector público.
Los integrantes de la Asamblea mencionaron que tienen contacto con el municipio y que ya tuvieron varias reuniones con las autoridades. Según dijeron, “el mismo concesionario podría desarmar las cabañas y usar los materiales para otros emprendimientos”.
“No se trata de un daño, no se trata de una oposición a los emprendimientos privados, todo lo contrario: sirven, dan trabajo, pero nos parece que hay otra categoría de derechos por encima de los negocios”, agregaron.
Después de que a fines de octubre el municipio clausurara Luna Roja y de que los responsables del lugar desmintieran las acusaciones, desde la asamblea vecinal consideraron “ridícula” esa postura.
“Más que indignarnos nos dio un poco de risa. Es un chiste desmentir un mapeo que tiene que ver con el uso de suelo desde el punto de vista hidráulico, los videos testimoniales, las pericias de policía ecológica, la no aprobación de la Autoridad del Agua, los resultados de laboratorio, la ley que prohíbe las construcciones en un área de restricción hidráulica por estar al lado de un arroyo y el Código de Aguas, que prohíbe construir con cemento a menos de 150 metros de la línea de ribera”, lanzaron.
Los vecinos defienden la idea de que el espacio, de dominio público, sea “socialmente incluyente”. Para ello necesitan que el concesionario “brinde respuestas a una comunidad que le está diciendo el daño que se está produciendo con estas cabañas que vinieron a estropear un bien turístico que no se puede andar destruyendo con algo así de espantoso que afecta a la comunidad”.
Al mismo tiempo, trabajan en un plan de “interpretación” del manejo del Paseo Costanero Sur en el que pueda intervenir responsablemente la comunidad, científicos y actores vinculados al turismo para llevar adelante “un uso equitativo de la reserva”.