Jorge Mattar (54) está imputado por el homicidio de Leandro Vilugron (30), ocurrido en la esquina de Independencia y Juan B. Justo el 10 de julio pasado. Consideran que de no permanecer detenido podría fugarse.
La Fiscalía Nº 1 solicitó a la Justicia de Garantías que dicte la prisión preventiva de Jorge Mattar, el hombre de 54 años que el pasado sábado 10 de julio asesinó a Leandro Vilugron (30), tras una discusión por una maniobra de tránsito en el cruce de Independencia y Juan B. Justo.
Los miembros de la unidad de instrucción judicial que hasta hace algunas semanas encabezaba Fernando Castro y que, desde su pedido de licencia previa a la jubilación, tiene a cargo provisoriamente su par Leandro Favaro, consideraron que existe potencial riesgo de fuga del imputado en caso de que fuera excarcelado o, en su defecto, beneficiado con el arresto domiciliario. Es que, cabe recordar, una vez que ocurrió el hecho, el propio Mattar escapó del lugar hacia su casa, donde fue detenido minutos más tarde.
En su declaración indagatoria, el acusado admitió la autoría del asesinato de Vilugron y adjudicó su accionar al temor que sintió al creer que la víctima intentaba robarle. Además, fundamentó su huida del sitio con la siguiente explicación: dijo que sufrió un shock de nervios al darse cuenta “de la que cagada” que se había “mandado” y quiso “evitar lo inevitable”.
En el documento presentado por la fiscalía, al que accedió LA CAPITAL, los investigadores hicieron hincapié específicamente en ese punto. Según manifestaron, más allá del estado de emoción en el que pudiera encontrarse Mattar, en su propia declaración dejó entrever que tenía conciencia de lo que había ocurrido y que, a pesar de ello, se fugó hacia su casa, donde se bañó y luego fue detenido por personal policial de la comisaría quinta.
Por ese motivo, y debido a que el delito que se le imputa (homicidio agravado) prevé una pena alta de prisión, para los instructores judiciales Mattar podría volver a intentar escaparse de la Justicia y, para evitar esa instancia, consideran que debe permanecer detenido en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán mientras continúa el desarrollo de la causa penal.
En tanto, de la declaración los policías que participaron del operativo de aprehensión, se desprende que Mattar, al momento de ser capturado, intentó desligarse del homicidio que había cometido. “Yo no fui, yo no hice nada”, le gritó a los uniformados que lo atraparon.
Por otra parte, los testigos que declararon ante la Justicia coincidieron en que el enfrentamiento que derivó en el crimen de Vilugron se produjo por una maniobra de tránsito, y ninguno mencionó nada al respecto de un posible asalto.
Vale recordar, además, que en la camioneta de Mattar los efectivos policiales hallaron el cuchillo manchado de sangre, cuyo grupo y factor resultó, al ser analizada por peritos especialistas, compatible con la de Vilugron. También tenía en su casa, junto al vehículo y al arma blanca, una escopeta que, según dijo el propio imputado, le había sido obsequiada por su padre. Todos esos elementos fueron secuestrados y están en poder de la Justicia.
El hecho
El crimen de Vilugron ocurrió el sábado 10 de julio pasadas las 19 en el cruce de Juan B. Justo e Independencia.
La disputa verbal entre la víctima y Jorge Mattar comenzó a varias cuadras del cruce de Juan B. Justo e Independencia, cuando el conductor de la Amarok que iba acompañado de una mujer tres décadas menor, realizó una maniobra que, para el motociclista -que circulaba junto a su novia-, fue peligrosa y casi le provoca un accidente.
“Me encerraste, hijo de puta, casi me tirás a la mierda”, le dijo, conforme lo declararía luego la propia joven, que planeaba casarse pronto con el hombre asesinado.
En ese contexto, Vilugron golpeó la puerta de la 4×4 marca Volkswagen Amarok de color blanca. Ante esta reacción, se inició una persecución y al llegar a Independencia y Juan B. Justo ambos conductores descendieron de los rodados. Mattar, albañil de profesión, extrajo un arma tipo facón y Vilugron -también dedicado a la construcción- le propinó dos golpes. Como respuesta, recibió cuatro puñaladas mortales.
En cuestión de segundos, Mattar se dio a la fuga y un operativo cerrojo de la policía permitió su localización y detención en su casa de Cerrito al 2900. En tanto, Vilugron fue trasladado de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), al que llegó muerto, como consecuencia de una gran herida en el tórax, además haber sufrido otra en el rostro.
Personal de la comisaría quinta logró interceptar y detener a Mattar, quien luego declaró haber sido el autor del hecho y admitió: “Arruiné una vida y la mía propia”.