Policiales

Piden la prisión preventiva del único acusado detenido por el crimen de Ezequiel Guasone

La fiscal Romina Díaz solicitó a la Justicia de Garantías que Ricardo Aguerrido continúe alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán mientras se desarrolla la causa que busca esclarecer el homicidio del empresario, ocurrido el 25 de julio pasado en su local de San Lorenzo y San Luis.

Tras un mes de investigación, la fiscal Romina Díaz solicitó la prisión preventiva del único acusado detenido por el crimen del empresario Ezequiel Guasone (48).

La instructora considera que existen motivos para que la Justicia de Garantías ordene que Ricardo Aguerrido permanezca alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán mientras se desarrolla la causa que busca esclarecer el homicidio ocurrido el pasado domingo 25 de julio en el local de la esquina de San Lorenzo y San Luis.

Ahora, la magistrada Rosa Frende debe resolver la situación procesal del hombre que fue inquilino de la víctima y, según su propia declaración como imputado, un “amigo” que en alguna oportunidad le suministró estupefacientes.  En ese marco, el abogado defensor César Sivo pidió una audiencia que se realizaría el próximo viernes y en la que insistiría con la excarcelación de su cliente, al sostener que su cliente siempre estuvo ajustado a derecho y no hay razones para que esté detenido.

La noticia del crimen de Guasone se conoció pasadas las 13 del domingo, cuando sus propios familiares encontraron su cadáver con el cuello atado a una cuerda. El sábado anterior, su ex mujer había denunciado su desaparición en la comisaría novena, por lo cual la fiscal Díaz y la policía llevaban adelante una investigación por averiguación de paradero.

En un principio, se sospechó que se había tratado de un suicidio, aunque por algunos golpes que presentaba el rostro del empresario no se descartó la hipótesis del homicidio. Pero luego, en horas de la noche, el informe preliminar de autopsia al cuerpo realizado por los médicos forenses estableció que, efectivamente, Guasone había sido asesinado.

El 30 de julio siguiente, la fiscal Díaz ordenó la detención de Aguerrido, que se consumó al día siguiente. La división Homicidios de la DDI Mar del Plata localizó al acusado en la vivienda de un familiar en la zona de Castelli al 4000, y desde entonces permanece alojado en el penal de Batán.

En su declaración indagatoria, el imputado reconoció que entre él y Guasone se habían producido algunos conflictos en los últimos tiempos por razones vinculadas al cumplimiento del contrato de alquiler del local ubicado en la esquina de San Lorenzo y San Luis, pero a su vez aseguró que hasta ese momento ambos mantenían una relación amistosa.

En una audiencia que se extendió por casi seis horas, Aguerrido manifestó que conocía a Guasone desde hace años. También mencionó que tanto él como el empresario solían consumir cocaína.

“Se drogaba mucho. Yo le he dado cantidades como de un sobrecito de Celusal, pero durante el día no sé de dónde la sacaba“, especificó Aguerrido sobre la adicción que le adjudicó a la víctima. En su declaración, a la que accedió LA CAPITAL, el imputado -que es defendido por los abogados César Sivo y Romina Merino- explicó que con el paso del tiempo la relación entre ambos empeoró por deudas que, aclaró, Guasone había contraído con él.

Es que el detenido y su familia habían alquilado con fines de usufructuarlo como cervecería el local de Guasone. Aguerrido señaló que al comienzo la relación de negocios entre ambos era normal pero que luego empezaron a existir problemas vinculados a deudas de alquiler y contradeudas por el suministro y el consumo de drogas.

“Yo no tengo nada que ver (con la muerte) en el sentido de que Ezequiel era parte de mi grupo de amistad. Jamás tuve problemas con Ezequiel sino hasta hace muy poco. Cuando vi las noticias y vi lo que había pasado me quedé sorprendido. Yo no estuve en el hecho, estaba en el Hotel Compostela con mi pareja”, indicó el sospechoso ante la fiscal Díaz. Y agregó: “A Ezequiel durante cuatro o cinco años siempre lo ayudé, me vino (sic), me pedía plata, le dábamos de comer, le he dado cerveza, pizza, cigarrillos… Me ha pedido inclusive estupefacientes. Nunca había tenido problemas con él porque siempre lo he ayudado. Lo que sí, cuando me entero que decía que mi hijo le debía el alquiler y Ezequiel lo relacionaba conmigo porque a veces mi mujer o yo le pagábamos, no podía creer que él decía que hacía dos años que no le pagábamos el alquiler…”.

Si bien Aguerrido admitió haber sido consumidor de cocaína, puntualizó que dejó de drogarse cuando le detectaron problemas de presión “hace un año y medio”. Además, contó que durante la pandemia se había separado de su mujer anterior y por ese motivo solía quedarse a dormir en un colchón tendido en el interior del local alquilado, que en el último tiempo casi no había funcionado como negocio (se montaron dos restaurantes y un salón de fiestas infantiles con escasa clientela).

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