El fiscal Leandro Arévalo dio por finalizada la investigación y solicitó a la Justicia de Garantías llevar a juicio a Ricardo Rodríguez, la expareja de la víctima que podría recibir cadena perpetua.
El fiscal Leandro Arévalo dio por finalizada la investigación por el femicidio de Claudia Repetto y solicitó a la Justicia de Garantías llevar a juicio a Ricardo Rodríguez, la expareja de la víctima que se encuentra detenido desde abril del año pasado y podría recibir prisión perpetua.
Rodríguez está imputado por “homicidio agravado por el vínculo” y si bien confesó haber asesinado a Repetto y detalló dónde enterró el cuerpo, en cada nueva citación se negó a declarar y mantuvo silencio durante todo su período detenido en la Unidad Penal 44 de Batán.
Si bien la única hipótesis es en torno a la autoría de Rodríguez, y él mismo reconoció el crimen, el fiscal Arévalo tuvo que reunir las pruebas suficientes y concluyentes para solicitar, finalmente este martes, la elevación a juicio.
Luego de ser detenido en abril por familiares de la propia Claudia Repetto, en su único contacto con el fiscal Fernando Castro -quien por entonces estaba a cargo de la investigación- Rodríguez dijo que le agarró un ataque de celos y que golpeó a Repetto, pero que no se acordaba más nada. Solamente que la intentó reanimar. Luego señaló el lugar donde había sepultado a Repetto, en un sector ridículamente cercano a donde tres semanas antes se había encontrado una pala y realizado un importante operativo de rastrillaje. Eso fue a menos de 10 metros de la ruta 11, en la zona sur de Acantilados.
Ricardo Rodríguez podría recibir prisión perpetua.
El caso
El caso causó conmoción en la ciudad a partir de la incertidumbre generada durante casi un mes por la desaparición de Repetto y de Rodríguez. Todo se desencadenó el 1° de marzo del año pasado por la noche aunque comenzó algunos meses atrás, cuando la mujer decidió terminar con la relación de 3 años de convivencia. Desde entonces Rodríguez no dejó de hostigarla y acosarla, con el agravante de que ambos seguían viviendo en el mismo PH aunque en distintos departamentos.
En la mañana del lunes 2 de marzo los familiares de Claudia Repetto recibieron un llamado desde un hotel en donde ella trabajaba haciendo tareas de limpieza. Les decían que Claudia no se había presentado a trabajar. Cerca del mediodía del lunes 2 se radicó la denuncia por averiguación de paradero y entonces se advirtió que también estaba ausente Rodriguez, quien vivía en el mismo PH de la calle Don Orione al 1500. Poco a poco se supo lo que había pasado la noche anterior.
A las 20.42 del domingo 1 de marzo, Claudia envió un mensaje a su amigo Fabián diciéndole que salía de su casa para encontrarse con él en la esquina. Habían elegido ser discretos por el hostigamiento de Rodríguez hacia ella tras su separación
A las 19 de ese día, cuando Fabián había llevado a Claudia a su casa -también estaba con ellos una vecina- Rodríguez salió a perseguirlo. Lo cierto es que después del mensaje de las 20.42 no se supo más nada de Claudia. Fabián, al no llegar, la llamó e incluso le envió varios mensajes también y a las 21.09 y a las 21.10 recibió dos textos del teléfono de Claudia en la que ella supuestamente cancelaba la cita. En realidad era Rodríguez, que ya la había raptado.
El hermano de Claudia, Jorge, desconsolado al conocer la noticia del hallazgo del cuerpo.
Rodríguez a la 1 de la mañana empezó a pedirle la motocicleta a su hijo Alejo, moto que horas antes le había vendido porque “necesitaba plata”. Esa transacción sucedió después de que Rodríguez persiguiera a Fabián (según el hijo Alejo, fue a las 19.30).
Entre la 1 y la 3.30 Rodríguez envió 26 mensajes a su hijo, pero este nunca respondió. Se volvieron a ver a las 3.30 aproximadamente en la casa de Don Orione. Rodríguez le pidió la moto y se fue. En ese momento una cámara lo captó saliendo con un “bulto” en el asiento.
Una hora después Rodríguez regresó, dejó la moto, tomó una bicicleta y desapareció. A la mañana del lunes 2, cerca de las 9, Rodríguez le dijo a su hijo que le dejaba la cedula verde de la moto debajo de una piedra cercana a la Reserva del Puerto.
Entonces sí desapareció. Una pala fue encontrada días después en la zona de los Acantilados, pala que un vecino de Rodríguez le había prestado. También apareció una credencial sanitaria de Claudia, en el barrio de Punta Mogotes. Siempre en la zona sur.
El 26 de marzo, luego de buscar a Rodríguez incansablemente a pesar de incumplir con el estricto aislamiento que había decretado el presidente Alberto Fernández, los hijos de Repetto y algunos vecinos del barrio Termas Huinco encontraron a Rodríguez por la calle, lo detuvieron y lo entregaron a la policía.
Violencia de género
La jueza de garantías Rosa Frende, al otorgarle la prisión preventiva a Rodríguez, en su fallo había expresado que “claramente que nos encontramos frente a un caso de violencia de género, lo cual conlleva la necesidad de utilizar una perspectiva de género como pauta hermenéutica para analizar y resolver el caso. Implica reconocer que las desigualdades entre hombres y mujeres están en la base de la estructura social y que la violencia del hombre a la mujer responde a ese esquema de poder y subordinación”.
A lo que refiere la jueza, en base a la prueba elaborada por el fiscal Castro, es al contexto tóxico y de violencia en el que vivía Repetto y que no pudo activar herramientas de protección estatal debido a la falta de denuncia.