La Subsecretaría de Ambiente de la Nación habilitó la prospección sísmica en los bloques CAN 107 y 109, a cargo de la empresa Shell, para determinar la posible presencia de hidrocarburos.
La Subsecretaría de Ambiente de la Nación aprobó la exploración petrolera offshore en los bloque CAN (Cuenca Argentina Norte) 107 y 109, ubicados a más de 190 kilómetros de Mar del Plata.
A través de la resolución 506/24, dada a conocer ayer en el Boletín Oficial, se concretó el último paso previo para llevar a cabo la adquisición de datos sísmicos del lecho marino para determinar luego la presencia de hidrocarburos.
Los bloques CAN 107 y 109 tienen un área de 8.341 y 7.860 kilómetros cuadrados, respectivamente, y se extienden en zona de aguas someras y profundas desde los 200 a los 2.500 metros de profundidad.
Shell es la principal empresa operadora en dichas áreas, con el 60% de participación. Qatar Petroleum tiene el 40% restante. Y el 3 de julio pasado se llevó a cabo una audiencia pública para evaluar el impacto ambiental del proyecto.
A poco más de dos meses de esa instancia, la Subsecretaría de Ambiente, a cargo de Ana María Vidal de Lamas, resolvió: “En virtud del análisis técnico realizado, se concluye que el EIA (Estudio de Impacto Ambiental) presentado por la empresa proponente ha considerado con suficiencia en calidad y cantidad los requerimientos técnicos y el alcance establecido”. Y añadió: “De conformidad con todo lo actuado, corresponde dictar el acto administrativo que apruebe la realización del proyecto”.
Tal como informó LA CAPITAL, para la exploración offshore se contempla una inversión de aproximadamente 90 millones de dólares. Las tareas demandarán entre dos y tres meses por bloque.
La exploración sísmica es el primer paso para rastrear dónde es posible perforar y hallar hidrocarburos en las profundidades, a partir del impacto de ondas sonoras. Los datos obtenidos proporcionarán información detallada sobre la geología del subsuelo, una especie de “mapa” del lecho marino.
Según anticipó Shell, para las tareas se prevé la utilización de un buque sísmico, el cual irá acompañado por dos embarcaciones de apoyo. Una de ellas es el buque de guardia o seguimiento (escort). Su función será la de garantizar una navegación segura, “sin interferencias”.
El otro barco de apoyo es uno logístico (supply). Su misión será abastecer el buque sísmico de provisiones e insumos, así como la realización de cambios de tripulación.
La movilización se realizará zarpando desde el puerto local, ubicado a una distancia de más de 190 kilómetros desde el vértice noroeste del área operativa sísmica. Durante la ejecución del proyecto, cuando se requiera combustible, alimentos frescos y suministros, Mar del Plata será la base de los servicios logísticos.
A su vez, en el puerto se realizará la descarga de los residuos generados a bordo, a cargo del buque de apoyo, y también se utilizará para los cambios de tripulación.
Una vez finalizada la sísmica, con el posterior análisis de la información recabada, el siguiente procedimiento para confirmar la presencia de hidrocarburos es realizar un pozo exploratorio. Esto ya implica una perforación -para lo cual se necesitará justamente un buque perforador- para obtener datos más detallados.