El abogado de la familia de la periodista y legisladora maneja dos hipótesis: o se usó otro equipo con Débora o se usó ese equipo y se realizó una conexión clandestina.
El abogado de la familia de Débora Pérez Volpin, la legisladora fallecida mientras se le realizaba una endoscopía, Diego Pirota, confirmó este martes que una pericia estableció que el número de serie del endoscopio fue adulterado y que el equipo no funcionaba correctamente.
El abogado aseguró, al hablar con TN, que “el equipo que la clínica dijo que se había usado con Débora tiene el número de serie adulterado y además de todo ese equipo no funciona correctamente”.
“A partir de esta revelación -indicó Pirota- manejamos dos hipótesis: o se usó otro equipo con Débora o se usó ese equipo y se realizó una conexión clandestina. En ambos casos las autoridades de la clínica tendrán que dar las explicaciones del caso”.
“La responsabilidad sobre la adulteración del equipo y el no funcionamiento es atribuible a las autoridades de la clínica y tiene que ver con un encubrimiento, quisieron modificar la escena del crimen, diciéndolo en términos criminalísticos”, explicó el abogado.
“Desde un primer momento quisieron modificar también las causas de la muerte, ya que dijeron primero que Débora murió por causas pre-existentes”, indicó el letrado.
“Los médicos tienen responsabilidad en la muerte y luego del encubrimiento tienen responsabilidad las autoridades de la clínica”, manifestó.
Débora Pérez Volpin, legisladora de la Ciudad de Buenos Aires y periodista, falleció el 6 de febrero de 2018 mientras le practicaban una endoscopía en el Sanatorio de la Trinidad.
Por el hecho desde el 10 de junio próximo se juzgará a los médicos Diego Ariel Bialolenkier -endoscopista- y Nélida Inés Puente -anestesista-, procesados por homicidio culposo.