Elsa, una de las vecinas evacuadas por el voraz incendio de Torres y Liva, compartió con LA CAPITAL su desgarrador relato al despertarse y encontrar el edificio en llamas. "Esto es un desastre, no sé que voy a hacer", contó consternada, entre lágrimas.
Elsa, una vecina de 77 años que vivía desde hacía casi una década en el edificio que quedó totalmente destruido por las llamas en medio del voraz incendio de Torres y Liva, perdió absolutamente todas sus pertenencias y apenas pudo salvar algo de dinero, la ropa puesta y la insulina que necesita para sobrellevar la diabetes.
“Vivo en el segundo piso, en el contrafrente. Es un desastre, todo perdido. A las 22.15 estaba acostada, sentí primero el ruido, las explosiones y al mirar por la ventana me encontré con las llamas en el techo; me levanté asustada, llamé a dos amigas y no sabía qué hacer; se estaba incendiando todo”, le contó Elsa a LA CAPITAL.
De allí en más “fue todo una locura”. Minutos después la mujer recibió la orden del personal de Bomberos para ser evacuada por su propia seguridad. La quietud de la noche del domingo se vio interrumpida por el imprevisto desastre. De pronto, se encontró corriendo, bajando, escapando, junto a otros vecinos en el mismo asombro y desconcierto.
“Me evacuaron. Agarré dinero y lo que tengo puesto, nada más. Nos hicieron ir hasta Luro y cruzar, porque había peligro. La verdad solo pensé en salir. Volví para recuperar la insulina porque soy diabética, lo único”, relató Elsa, consternada, aturdida y triste por haber perdido todo.
Luego de ocho años viviendo en el edificio que quedó “totalmente destruido” por el fuego, la mujer no sabe “cómo seguir”. “Tengo 77 años, sabés lo que cuesta empezar de nuevo a esta edad; esto es un desastre, no sé que voy a hacer”, dijo entre lágrimas, sin encontrar respuesta, y dejando entrever cierta desconfianza de que los vecinos sean rápidamente resarcidos por lo ocurrido.