Jugó mal y Echagüe le ganó 71 a 69. Séptima derrota consecutiva para el equipo marplatense. Leonardo Gutiérrez, que regresó, tuvo que jugar casi veinte minutos. Sin él hubiera sido mucho peor.
Peñarol sufrió otro duro golpe. Tal vez uno de los más dolorosos de la temporada. En un partido por momentos desnaturalizado por la humedad que tornó patinoso el parquet del “Luis Butta”, no pudo torcer su pésimo momento y Echagüe, que había ganado dos de sus últimos treinta partidos, le ganó 71 a 69 por una nueva fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.
La falta de variantes y de ideas en el ataque “milrayitas”, una vez más, fueron marcadas. Con muy poco, aún equivocándose mucho, el equipo paranaense -aún no había ganado bajo la conducción de Iván Najnudel-, llegó a sacarle catorce puntos a falta de tres minutos y fracción para el final del segundo cuarto.
A esa altura, a Peñarol nada le salía. Figueroa, en una mala noche, no podía imponerle coherencia al conjunto. Reed tuvo una noche patética: errática en ataque, peor atrás todavía porque no podía con el dominicano Solano. Como habitualmente, pasarle la pelota a un pivote de espaldas al canasto era casi sinónimo de tirarla por la borda. Para colmo, Acuña tuvo muchos problemas también para controlar a Derrick Caracter.
Era tal el descalabro que, antes de tiempo, Richotti lo tuvo que mandar a la cancha a Leonardo Gutiérrez. Y el capitán, moviéndose con cuidado en pista resbaladiza, respondió a la llamada. Antes del descanso aportó un triple para achicar. Y en el tercer cuarto clavó otros tres para apuntalar una ofensiva raquítica, en la que sólo acompañaba algo Alejandro Diez.
Si no fuera por él, Peñarol hubiera ingresado sin chances al tenso cuarto final. En ese tramo, la obligación de ganar pareció sufrirla más Echagüe, impotente para vulnerar una sólida defensa “milrayitas” en ese tramo. Ni desde la línea fue seguro el conjunto local, muy errático.
De todos modos, a falta de cuatro minutos, los entrerrianos todavía ganaban 63-57. Pero, en ese punto, por fin, a Peñarol le salió algo y encadenó tres triples. Uno de Marcos (a quien Richotti le confió el cierre), el último de Leo (terminó con 5/9 de zona tres) y el primero en el partido de Reed.
Ese último le permitió pasar al frente 67-66 a falta de 1’15”. Pero Peñarol no supo ganarlo. Recuperó la pelota y Marcos se jugó una personal para definir una pelota clave y falló. En la réplica, Giorgetti tuvo que cortar con falta a Solano, quien anotó sus dos libres.
Todavía faltaban 26″ y quedaba un ataque completo. Pero Acuña, redondeando una noche tétrica, no supo qué hacer con la pelota y tiró un pase a la platea. Después Solano metió dos libres más y se fueron casi todas las esperanzas.
Peñarol, como en la fase regional, llegó a siete caídas en fila. Y lo peor es que el miércoles le toca Libertad, que viene de ganarle por 31 a San Lorenzo.
La síntesis
Echagüe 71
J. Baeza 6, G. Solano 23, J. Ayarza 12, S. Uranga 3 y D. Caracter 16 (FI); B. Davis 9 y E. Zustovich 2. DT: Iván Najnudel.
Peñarol 69
J. P. Figueroa 2, R. Reed 6, J. Barón 5, A. Diez 12 y R. Acuña 9 (FI); F. Giorgetti 8 (x), J. Valinotti 3, J. M. Torres 2, R. Booker 0, L. Gutiérrez 15, J. I. Marcos 7 y V. Fazzini 0. DT: Marcelo Richotti.
Estadio: “Luis Butta” de Echagüe.
Arbitros: Fabricio Vito-Oscar Martinetto.
Parciales: 17-15, 40-31 y 58-50.