Derrotó 98-96 a Quilmes en un clásico para el infarto. Suplió ausencias con mucho coraje y esta vez con criterio. Al final se le complicó horrores, pero fue un ganador cabal.
Por Sebastián Arana
Todo redondo para Peñarol. Se sobrepuso a las ausencias con carácter, un correcto planteo y buenas actuaciones individuales para derrotar a Quilmes por 98-96 en un clásico dramático. Que pintaba para triunfo tranquilo y estuvo a un paso de ser derrota en un final de alto voltaje.
El resultado le permite asegurar su ventaja deportiva contra los “primos” en un eventual desempate, lo hizo despegar de los últimos lugares y hundió a los “tricolores” otra vez en zona de play-offs por la permanencia en la Liga Nacional de básquetbol.
El usual mejor caudal ofensivo de Quilmes fue limitado en la primera parte por los “enroques” defensivos que propuso Peñarol. Por momentos, Leiva se hizo cargo de la defensa de Sánchez y Diez de la de Basualdo para equilibrar velocidades. Pero la sorpresa mayor llegó por el lado del perímetro: LaMonte fue con Ruiz y Pettigrew, con muy buen suceso, se hizo cargo de la marca de Flor.
El conjunto “tricolor”, que habitualmente complica a Peñarol y a varios a partir de los rompimientos y descargas del goleador, se vio privado de su arma ofensiva más importante. Suplió con un arranque criterioso de Ferreyra y con ráfagas de Sánchez y del propio Flor. Pero jugó incómodo.
Sin la chispa de Gianella, Peñarol validó su buen planteo defensivo sin salirse del libreto adelante. Intentó, y por momentos logró, lastimar jugando bien profundo en el poste bajo para Leiva. Explotó asimismo los posteos que le permitieron a Pettigrew. Así logró una ventaja inicial de 13-8 en la mitad inicial del primer parcial.
Quilmes se puso en juego cuando encontró la medida de su tiro exterior. Con un pasaje feliz de Sánchez (ocho puntos en cadena, con dos triples) y cuando apareció Flor en escena. Fue un ratito. Entre el final del primer cuarto y el arranque del segundo, el goleador anotó diez puntos consecutivos (dos dobles y sendos tiros de tres puntos) y su equipo -que había perdido el primer cuarto por 24 a 23-pasó al frente. Ruiz se sumó a la fiesta del triple con dos más y los “tricolores” dieron la sensación de haber encontrado su habitual fluidez ofensiva promediando el segundo parcial.
Pero Ferreyra se puso con tres faltas personales y Peñarol metió mucha presión sobre Sansimoni para volver a nublar el ataque quilmeño en el tramo epilogante del segundo cuarto. Y el equipo de Gutiérrez, que había conseguido la mayoría de sus puntos cerca del canasto, metió un parcial muy positivo de 9-0 liderado por el lanzamiento exterior a pie firme de Alejandro Diez cerca del descanso. Así consiguió una máxima luz de ocho puntos (43-35) y se fue al entretiempo 43-38 al frente.
El tercer cuarto tuvo de todo. En líneas generales, paridad. También momentos favorables para uno y otro. Pettigrew (once puntos en el parcial) siguió prevaleciendo en ese particular duelo con Flor y marcando desequilibrio cuando atacaba el aro. Así manejó un rato la ventaja que traía del primer tiempo.
Sin embargo, Quilmes cambió con un pasaje a defensa zonal para cuidarse del extranjero “milrayitas”. Y, sin Flor en la cancha, reencontró su juego de pases y repartió bien sus tiros para equilibrar en 57 a falta de dos minutos y medio.
En ese punto, “Juani” Marcos, de buen partido, metió un triple vital contra la zona. Enseguida, Alejandro Diez se anotó con otro. Y Peñarol revivió. El ingreso de Slider, como si fuera poco, apuntaló su defensa y un robo suyo a Maciel en la jugada de cierre del tercer parcial le permitió a Peñarol ingresar 68-61 al frente al último cuarto.
Un triple a la carrera del propio Slider, en el comienzo del último, y una jugada de doble y falta de Leiva estiró la luz a once puntos (74-63), la máxima de la noche.
¿Partido liquidado, como decía Walter Nelson? Nada de eso. Quilmes se puso a tiro con un par de “bombazos” de Enzo Ruiz. Pero, con Ferreyra afuera algunos minutos con cuatro faltas, a esa altura, empezó a jugar a la lotería del acierto individual. Y los encontró con Flor y “Ricky” Sánchez, quien logró su mejor registro anotador de la temporada.
Peñarol, que ganaba por diez faltando dos minutos, se complicó solo fallando tiros libres y perdiendo balones. Quilmes lo aprovechó a pura “bomba”. El clímax llegó a falta de 30”. Flor anotó un triple para poner a su equipo 92-94 y LaMonte perdió la pelota a continuación.
Quilmes, que estaba al horno y había perdido por faltas a Ferreyra, Cantón y Basabe, tenía una pelota para empatar o pasar al frente. Pero Flor falló el triple y Leiva defendió el triunfo con un tapa clave a Basualdo. Peñarol ya no falló más libres y se terminó quedando con un clásico para el recuerdo.
Síntesis
Quilmes (96): N. Ferreyra 15 (x), E. Flor 27, E. Ruiz 12, R. Sánchez 22 e I. Basualdo 7 (FI); E. Basabe 6 (x), O. Cantón 7 (x), B. Sansimoni 0, M. Maciel 0 y J. E. De la Fuente 0. DT: Javier Bianchelli.
Peñarol (98): N. Zurschmitten 9, K. LaMonte 20, S. Pettigrew 20, A. Diez 13 y M. Leiva 14 (x) (FI); J. I. Marcos 7, A. Alloatti 10, N. Franco 0, J. Slider 5 y J. M. Fernández 0. DT: Leonardo Gutiérrez.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Arbitros: Roberto Smith-Leonardo Zalazar-Javier Sánchez.
Parciales: 23-24, 38-43 y 61-68.