Instituto de Córdoba se impuso por 96-88. El equipo marplatense dejó una buena imagen. Pero, cuando mejor estaba, el increíble Dwayne Davis apareció en toda su dimensión y lo dejó con las manos vacías.
Se sobrepuso a un mal arranque y dio una dura lucha a uno de los equipos más en forma del torneo. Pero, cuando había equilibrado colectivamente, Peñarol terminó rendido ante la calidad individual de Dwayne Davis, quien se cargó a Instituto al hombro en su peor momento y fue el factor gravitante del 96-88 a favor de los cordobeses con un cuarto final excepcional. El equipo “milrayitas”, que retrocedió en la tabla de posiciones de la Liga Nacional de Básquetbol, volverá a presentarse el jueves ante Atenas de Córdoba en La Rioja.
Fue un suplicio el primer cuarto para Peñarol. No hubo ni rastros del juego vistoso de los últimos dos partidos en el Polideportivo. Brown no incidió en lo más mínimo en el juego. Ni anotando, ni pasando el balón. Tampoco Gianella.
El equipo anotó cuatro puntos en los primeros cinco minutos y pronto Leo Gutiérrez mandó tres relevos a la cancha. Que poco contribuyeron a la causa. El único que, en soledad, se creó buenas oportunidades de tiro y sostuvo la segunda mitad del parcial fue Alejandro Diez.
Pero si malo fue el ataque, peor fue la defensa. Inexistente. Dwayne Davis, particularmente, hizo estragos. El poderoso anotador de los cordobeses anotó 13 de los 27 puntos de su equipo, con tres triples. Cuando dejó de gravitar a los locales les alcanzó con habilitar al jugador que defendía Diego García, quien dio muchas facilidades a la hora de marcar. En consecuencia, Instituto, que logró una máxima luz de catorce puntos (18-4), se fue al frente 27-15 al primer descanso.
A partir del segundo cuarto se vio una mejoría peñarolense.
Por un lado, Müller sentó un buen rato al estadounidense Davis. Ante una formación más defendible, el elenco “milrayitas” pudo plantar su defensa. Protegió mejor su canasto y se benefició de la merma de los porcentajes locales de lanzamientos exteriores.
Por otro lado, un relumbrón de tiro exterior iluminó su ofensiva. Y también el regreso de Brown desde el banco -con puntos y pases- y la primera aparición importante de Pettigrew en el partido.
El equipo de Leonardo Gutiérrez llegó siete abajo (42-35) al entretiempo y achicó un doble más en el comienzo del tercer parcial.
Instituto, sin embargo, hizo pie. Atacando con Whelan las flaquezas defensivas de Gianella. Con las primeras tres “bombas” de Facundo Piñero en el partido.
Ahí se armó un partido bárbaro. Porque la ofensiva peñarolense ya no dejó de fluir. El equipo “milrayitas” se sostuvo y, con un triple de Guaita en la última jugada del parcial, ingresó seis puntos abajo al cuarto final (61-67).
Pero lo mejor se lo había guardado para el cuarto final. Con defensa perfecta, siempre con Diez seguro en sus lanzamientos y con dos “bombas” consecutivas de Zurschmitten, Peñarol metió un “slalom” de 13-0 y se puso 74-67 al frente en tres minutos y fracción.
Davis, cuándo no, volvió a aparecer en escena en toda su dimensión y se niveló todo otra vez. Fue palo a palo hasta los dos minutos finales. Pero, en esa recta final, Piñero y el propio Davis (17 de sus 36 puntos en el cuarto final) clavaron sendos triples, Peñarol perdió dos bolas claves y el triunfo fue cordobés.
La síntesis
Instituto 96
G. Whelan 14, D. Davis 36, M. Gerlero 4, F. Piñero 16 y S. Clancy 4 (FI); S. Scala 7, D. Horner 8, L. González 7 y C. Amicucci 0. DT: Facundo Müller.
Peñarol 88
N. Gianella 4, T. Brown 18, S. Pettigrew 9, A. Diez 22 y M. Leiva 9 (FI); N. Zurschmitten 14, D. García 5, A. Alloatti 2 y D. Guaita 5. DT: Leonardo Gutiérrez.
Estadio: “Angel Sandrín” de Instituto.
Arbitros: Pablo Estévez-Fabio Alaniz-Micaela Prado.
Parciales: 27-15, 42-35 y 67-61.