Gimnasia ganó en el Poli y lo complicó. La defensa local solo aguantó un tiempo. Los comodorenses la destrozaron en el complemento. La clasificación a play-off debe esperar.
Por Sebastián Arana
Peñarol, que había hecho una gran gestión defensiva en la primera parte, se derrumbó en el complemento y sufrió una derrota dura por 91-76 a manos de Gimnasia de Comodoro Rivadavia que complica sus chances de llegar a los play-off de la Liga Nacional de Básquet.
Pero el equipo marplatense había hecho de su defensa un arma de triunfo en el primer tiempo. Otra vez con una formación inicial de criollos, como ante Regatas, defendió con mucha energía, maniató y confundió a su rival. No le sobró mucho en ataque, pero una ráfaga de acierto inicial perimetral le permitió manejar una luz de ventaja.
Promediando el segundo cuarto ganaba 24-14 y Capelli lo mandaba a Thornton a la cancha a consolidar la diferencia. Pero ocurrió lo contrario. Regresaron los titulares de Gimnasia, la defensa local se relajó y, con un gran pasaje de De Vaughn, los patagónicos establecieron un parcial de 15-2 que lo niveló todo. En solo dos minutos y medio.
Peñarol, en un abrir y cerrar de ojos, perdió buena parte de lo que había construido en el resto de la primera parte.
Y en el tercer cuarto sopló el viento patagónico con toda su fuerza y se derrumbó el castillo de naipes. ¿Relajo defensivo? Sí, en parte. Pero los tiradores de Gimnasia, sobre todo Agustín Barreiro, estuvieron particularmente inspirados y anotaron tiros de suma dificultad. La visita clavó 7/8 triples y anotó 31 puntos en esos terceros diez minutos.
Peñarol entró 51-64 abajo a la recta final. Pero lejos de sentirse vencido. Conversiones de Defelippo y Valinotti detuvieron la caída y Monacchi lideró una reacción que lo puso a seis puntos.
Pero apareció Tyrone White, ausente hasta ese momento, clavó tres triples consecutivos, frenó la arremetida peñarolense y aseguró un triunfo vital para sus chances de ser segundo.