El equipo “milrayitas” reaccionó al mal momento con un muy buen partido para destrozar a Ferro en una “final”. El estadounidense Todd Brown llegado hace diez días la rompió con 21 puntos, 9 asistencias y 6 rebotes.
por Sebastián Arana
Un Peñarol muy mejorado, que sacó fuerzas de flaquezas para estar a la altura de un partido decisivo, venció a Ferro con total autoridad por 96-73 y salió de la zona del play-offs de Permanencia de la Liga Nacional de Básquetbol, volviendo a meter en ese lodo a su vencido.
Se palpó clima de reacción desde el vamos. Desde la disposición de los hinchas para cantar y aplaudir constantemente. Desde los gestos de aliento entre los propios jugadores anteriores al partido.
Peñarol se despojó del dolor de las últimas horas y jugó un primer tiempo redondo. Sólido defensivamente. Leiva y compañía controlaron a los internos visitantes, que tanto daño le habían hecho a Quilmes. Y las variantes ofensivas, esta vez, fueron varias.
De movida, para sacar las primeras ventajas, los rompimientos hacia el aro de Nicolás Gianella. Leiva se ganó varias oportunidades de ir a la línea y, en líneas generales, las aprovechó.
Después de la ráfaga del platense -ocho puntos en 4 minutos-, el conjunto local elaboró sus ataques todavía mejor. El estadounidense Brown, además de anotar sus tiros, pasó muy bien la pelota a lo largo de toda la parte inicial, que finalizó con seis asistencias. Al influjo del balón pasado con inteligencia, crecieron las oportunidades de tomar buenos lanzamientos.
El conjunto “milrayitas” las aprovechó con buenos porcentajes. Y estiró paulatinamente la luz en la medida que entraban los tiros de tres puntos. Aportaron los suyos Brown y Pettigrew en el cuarto inicial, que terminó 26-18. Y el poder de gol exterior se incrementó en el segundo con los buenos ingresos de Zurschmitten y Guaita.
La diferencia creció a dieciocho puntos (40-22) promediando el cuarto y el equipo se llevó un tranquilizador 50-36 al entretiempo.
Ferro, con el espíritu de lucha de Hernández, amagó una reacción en el comienzo del segundo cuarto. Pero muy efímera.
Enseguida el carácter de Leiva y un par de defensas férreas que propiciaron un par de contras definidas por Brown y Pettigrew con sendas volcadas, pusieron las cosas en su lugar. Y con el citado Brown y Gianella en plan de generosos abastecedores la ofensiva siguió fluyendo naturalmente. Tanto que la luz creció hasta los 25 puntos (68-43) y Gutiérrez cuidó un rato a sus dos directores de orquesta pensando en el juego del jueves ante Regatas.
Hundido, ni así pudo reaccionar Ferro. Peñarol, de este modo, puso fin a la racha de siete derrotas consecutivas y subió en la tabla de posiciones. Y si repite esta buena actuación liderada por Brown, el futuro ya no se ve tan negro.
“Hasta el próximo partido, Gordo querido”
Sencillo y emotivo fue el homenaje dispuesto por Peñarol para el fallecido dirigente Alfredo Miño. “Tu corazón milrayitas siempre estará entre nosotros. Hasta el próximo partido Gordo querido”, cerró la voz de Carlos Mas, locutor del club en cada presentación de local, una breve alocución antes de la realización del habitual minuto de silencio. Finalizado, los aplausos de los presentes se prolongaron durante casi un minuto más. A más de uno se le escapó otra lágrima para recordar al querido directivo.
La síntesis
Peñarol 96
N. Gianella 8, T. Brown 21, S. Pettigrew 9, A. Diez 4 y M. Leiva 11 (FI); N. Zurschmitten 14, D. García 13, A. Alloatti 9, L. Gorosterrazu 0, D. Guaita 6 y J. Barón 1. DT: Leonardo Gutiérrez.
Ferro 73
F. Balbi 11, A. Harper 10 (x), J. Giddens 6, J. I. Alessio 10 y K. Hernández 17 (FI); R. Gusmao Costa 7, M. Cuello 9, I. Gramajo 3, T. Spano 0 y A. Ramos 0. DT: Hernán Laginestra.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Arbitros: Daniel Rodrigo-Pedro Hoyo-Alberto Ponzo.
Parciales: 26-18, 50-36 y 71-51.