Los misioneros se impusieron por 97 a 78 en un Polideportivo vacío ya que el partido se jugó a puertas cerradas por la sanción disciplinaria impuesta por Aprevide al club marplatense.
Por Marcelo Solari
El marco de paridad apenas se extendió durante los primeros 10 minutos. A partir del segundo cuarto, Oberá Tenis Club estableció una marcada supremacía y se impuso con claridad a Peñarol, por 97 a 78, en un desierto Polideportivo “Islas Malvinas”.
El estreno como local del “mirlayitas” en la edición 2024/25 de la Liga Nacional de Básquetbol lejos estuvo de lo que podía esperarse. Aunque debutó Federico Marín, todavía no pudo hacerlo el pivote belga Thomas de Thaey (aún no fue habilitado).
Los dos ofrecieron ostensibles grietas defensivas en el cuarto inicial. Y esas ventajas fueron capitalizadas por dos ofensivas voraces y efectivas. Quedó en evidencia que el plan y la conveniencia de Peñarol pasaba por el tiro abierto, en tanto Oberá profundizó más el juego ante la carencia de personal del “milrayitas” en el juego interior.
De esa forma, los tiradores del local fueron acopiando triples, en tanto William Vorhees, Agustín Barreiro y José Ascanio sumaban cerca del canasto, para diagramar un segmento muy equilibrado y con mucho gol.
El aspecto defensivo de ambos mejoró levemente en el segundo cuarto. Especialmente por el lado de los misioneros, al tiempo que los muy buenos porcentajes de tiro exterior de Peñarol también disminuyeron. Sin margen para correr el contraataque, con Al Thornton mejor controlado y escasas opciones de anotar en la pintura, los de Hernán Laginestra pasaron a depender de la inspiración individual de Víctor Fernández.
Oberá fue haciendo su negocio de atrás hacia adelante. Con una defensa mejor plantada, que clausuró los caminos hacia el aro, pudo desplegar buen uso de sus numerosas variantes y estableció ciertas diferencias con méritos suficientes.
No varió demasiado el panorama en los primeros tramos del tercer cuarto. A Peñarol le costaba una enormidad poder equiparar tallas en la defensa de su cristal y también desequilibrar en el cuarto de campo de Oberá en el cual no aparecían espacios fértiles para poder anotar.
Los mesopotámicos utilizaban mejor las cortinas, caídas y rompimientos, en tanto el local sólo podía oponer la jerarquía individual de Thornton, aún con intermitencias.
Así, la apreciable diferencia de juego colectivo también comenzó a reflejarse en el resultado y Oberá sacó 20 puntos de ventaja. Por momentos, desplegando un muy buen básquetbol, con el pick and roll como premisa.
Los misioneros fluían en cada ataque, con paciencia, recursos, eficacia y la confianza por las nubes. Esa misma confianza que en el dueño de casa fue erosionada por el gran trabajo defensivo de Oberá. La única situación de juego en la que Peñarol pudo sentirse menos incómodo fue con el tiro abierto. De lo contrario, invariablemente era finta tras finta para terminar chocando o corrigiendo lanzamientos sobre la marcha. Oberá Tenis Club fue una oposición demasiado fuerte.
La síntesis
Peñarol 78
V. Fernández 18, M. Thomas 11, D. Wallace 14, A. Thornton 19 e I. Bednarek 0 (FI). F. Marín 5, F. Tolosa 0, L. Andújar 6, N. Chiaraviglio 5. DT: Hernán Laginestra.
Oberá TC 97
J.I. Laterza 7, A. Brocal 12, A. Barreiro 13, J. Ascanio 17 y W. Vorhees 19 (FI). J. Torresi 8, A. Azpilicueta 6, F.Conrradi 10, K. Ramírez 2, N. Quiroga 3. DT: Fabio Demti.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Fabricio Vito, Julio Dinamarca y Raúl Lorenzo.
Parciales: 25-23, 40-47 y 55-72.