Cómodo triunfo sobre La Unión de Formosa. Un pasaje de 21-0 en los primeros siete minutos del segundo cuarto selló la suerte del partido. Tevin Glass, que no venía bien, fue gran figura.
Por Sebastián Arana
Con un notorio repunte defensivo y un segundo cuarto arrasador, Peñarol dejó atrás cualquier tipo de sufrimiento y logró un claro triunfo sobre La Unión de Formosa por 90-66 en un cotejo correspondiente a una fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.
Hasta cuando la noche se le presentó desfavorable, en el tramo inicial, se veía que Peñarol estaba mejorado defensivamente.
El equipo marplatense corrió de atrás, no demasiado, todo el primer cuarto. No estaba del todo claro adelante, ni tampoco demasiado afortunado a la hora de capitalizar tiros cómodos.
El esfuerzo, sin embargo, era visible. Para cargar el rebote de ataque, para pelear los divididas, para defender -sobre todo Tomás Monacchi- y también para alimentar a Tevin Glass.
El estadounidense, cuyos primeros rendimientos no fueron satisfactorios, esta vez jugó a la altura de las expectativas. Él y Thornton sostuvieron la flaca ofensiva del cuarto inicial.
De todos modos, a Peñarol no le dolieron demasiado esos 15 puntos anotados porque su defensa, aunque con algunas dificultades interiores, respondió bien.
La Unión se fue ganando 19-15 al descanso corto. A la vuelta de la esquina, sin embargo, le esperaba un mazazo. Los ingresos de Valinotti y Lockett potenciaron aún más la defensa “milrayitas”. El base, sobre todo, enloqueció a Thygesen y Ferreyra con su intensidad.
El equipo de Ramella, por ende, pudo correr y enseguida niveló la historia. Tras cartón, después de haber fallado mucho en el cuarto inicial, empezó a meter la bola de tres puntos. Glass y Lockett sorprendieron con sendos envíos para incrementar la ventaja. Y, por último, cada vez que buscó faltas, tiró casi a la perfección desde la línea de libres.
La Unión, confundido, deambuló en la cancha. Y Peñarol, en siete minutos, le asestó un parcial de 21-0 mortal. De perder 15-19 pasó a imponerse 36-19 y a controlarlo absolutamente todo. Con buen laburo de equipo, con Glass incontenible (19 en el primer tiempo) y con Valinotti muy confiado a partir de la suma de aciertos defensivos.
Peñarol se fue 46-30 al entretiempo y no le costó demasiado mantener esa luz tan importante en el complemento. Aunque alternó buenas y malas, siempre tuvo el control de la situación.
Por más que se esforzó, debilitado por las bajas de Jonathan Maldonado y Patricio Tabárez, La Unión no pudo meterle presión en ningún momento.
El equipo de Ramella, que terminó floreándose en el final, capitalizó a la perfección su gran segundo cuarto para nivelar su récord y regalarle a sus sufridos hinchas una noche feliz y tranquila.
Síntesis
Peñarol (90): B. Sansimoni 14, C. Buemo 7, T. Monacchi 7, W. Thornton 16 y T. Glass 23 (FI); P. Lockett 7, J. Valinotti 14, L. Gorosterrazu 2, J. Cabrera 0 y N. Franco 0. DT: Leandro Ramella.
La Unión (66): N. Ferreyra 5, F.. Vieta 2, L. Arn 8, Z. Cuthbertson 20 y C. Crawford 8 (FI); F. Podestá 11, F. Thygesen 12, M. Caire 0, M. González 0 y A. Sigel 0. DT: Eduardo Japez.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Pablo Estevez-Pedro Hoyo-Alejandro Trías.
Parciales: 15-19, 46-30 y 63-43.