Argentino se impuso 80 a 69 en el Fortín de las Morochas. El equipo marplatense no pudo contar con Figueroa y Moss. Y utilizó con cuentagotas a Winston y Gutiérrez. Dio pelea hasta el final, pero no le alcanzó.
JUNIN.- Peñarol no pudo conseguir un triunfo que le permitiera consolidar su segundo lugar. Disminuído por problemas físicos de varios de sus jugadores, apenas le alcanzó para estar cerca de Argentino hasta el final. Pero los juninenses, más enteros, se impusieron 80 a 69 por una nueva jornada de la Liga Nacional de Básquetbol.
Peñarol jugó condicionado por las secuelas del gran triunfo de Bahía Blanca. Christopher Moss (con un edema en la rodilla) y Juan Pablo Figueroa (contracturado) fueron resguardados por Sergio Hernández. Kennedy Winston, golpeado, recién ingresó a jugar en el tercer cuarto. Y Leo Gutiérrez, quien llegó a Junín desde Mar del Plata, apenas vio un rato de acción en ese tercer parcial.
De los habituales titulares, sólo ingresó Nicolás Brussino. Más que a jugar, Peñarol salió a resistir. De alguna manera, lo logró.
Argentino siempre manejó ventajas. Aunque Peñarol intentó confundirlo con una defensa zonal, el elenco juninense se las ingenió para repartir el gol en el perímetro y también para encontrar a Alessio en el corazón del trapecio “milrayitas”.
El conjunto dirigido por Marcelo Richotti sacó una máxima de 22 a 13, pero cerró mal en el primer cuarto y Peñarol le achicó cinco puntos en un abrir y cerrar de ojos. Y comenzó mejor en el segundo parcial, aprovechando la salida transitoria de Alessio. La velocidad de Sahdi y la búsqueda de las caídas de Acuña provocaron un vuelco en el partido.
El equipo de Hernández llegó a pasar al frente 29-25 promediando el cuarto. Pero el regreso de Alessio y el ingreso de Chaz Crawford le permitieron a los locales recuperar las riendas del cotejo. Peñarol la peleó, con mucha entrega, y se fue al descanso 42-38 abajo.
Las apariciones de Winston y Leo Gutiérrez en el complemento alimentaron las ilusiones “milrayitas”. Pero jamás en todo el complemento Peñarol cuajó un parcial tan favorable como en el arranque del segundo.
Argentino manejó la ventaja. Por momentos, con mucho apremio. Pero Gutiérrez no pudo aguantar demasiado el trajín, Winston alternó buenas y malas, Acuña y Diez se condicionaron con las personales y Brussino -que reboteó a destajo- prácticamente no gravitó en ofensiva.
Si Peñarol estuvo a tiro fue exclusivamente por su defensa. Y mantuvo esperanzas hasta los últimos tres minutos. Pero un triple de Cangelosi, seguido por un doble de Alessio, llevaron el tanteador a un 73-64 inalcanzable. A los juninenses les falta un paso para asegurar la salvación.
Peñarol, en cambio, deberá recuperar fuerzas y “averiados” para afrontar el difícil partido del jueves con Gimnasia.