Trabajan con personas con discapacidad, pero hace casi tres meses que no tienen ingresos. Piden que la Superintendencia de Salud de la Nación emita una resolución obligando a las obras sociales a abonar la prestación pese a la cuarentena.
Transportistas independientes de la ciudad que trabajan diariamente con personas con discapacidad volvieron a manifestarse en reclamo por la falta de pago que sufren desde iniciado el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Al igual que vienen haciéndolo desde la semana pasada en diferentes sedes de obras sociales, propietarios de combis y chóferes protestaron frente a la sede de IOMA en avenida Independencia, entre Rawson y Garay, por la difícil situación que atraviesa el sector, casi inactivo por más de 75 días.
El reclamo de los transportistas tiene un objetivo: que la Superintendencia de Salud de la Nación emita una resolución obligando a las obras sociales a abonar la prestación pese a la cuarentena. Es que con los centros de día e instituciones educativas cerradas, dos de sus fuentes principales de trabajo, los trabajadores se quedaron sin el cronograma de viajes programados para el año y, por ende, con el cobro de los mismos.
“No nos alcanza ni para pagar los seguros de las camionetas. Si no hay una respuesta inmediata, nos vamos a fundir y cuando todo esto termine no van a quedar todos en pie”, señaló a LA CAPITAL, Ariel Rodríguez, uno de los referentes del sector.
Según señaló, hay cerca de 330 licencias en la ciudad, que son propietarios que, además, tienen contratados choferes, “La situación no da para más, algunas instituciones utilizan la prestación para traer y llevar papeles, pero solo pagan los días trabajados, por lo que pese a que estemos a disposición, no cobramos”, señaló Rodríguez.
La protesta de hoy en la ciudad -que hoy tiene su réplica frente a la Residencia de Olivos de la mano de la Unión de Transportistas de Buenos Aires- no fue la primera. La semana pasada lo hicieron en PAMI y la semana previa a esa frente a la Municipalidad.
De todas maneras, en todos los reclamos encuentran la misma respuesta: “Nos insisten que es algo que los excede y que corresponde a la Superintendencia. No hemos tenido acompañamiento por parte del Intendente, nos sentimos dejados de lado”, señaló Rodríguez.