No vetará la incorporación de ministros de la fuerza de izquierda Unidas Podemos en su futuro gabinete. Era una exigencia irrenunciable para respaldar la reelección del presidente.
MADRID, España.- El presidente del gobierno español y líder socialista, Pedro Sánchez, imprimió este viernes un giro en su estrategia de cara a desbloquear las negociaciones en torno a su investidura, y ya no veta la incorporación de ministros de la fuerza de izquierda Unidas Podemos en su futuro gabinete.
“El presidente se plantea todos los escenarios posibles”, dijo este viernes la “número dos” del Ejecutivo, Carmen Calvo, respecto a la composición del nuevo gobierno.
“Salvo el presidente, todo los demás somos prescindibles”, añadió la vicepresidenta en declaraciones a la radio Cadena Ser.
A menos de dos semanas de la votación de investidura y con las negociaciones encalladas, los socialistas finalmente dejaron de rechazar la posibilidad de que Unidas Podemos, su propio preferente e indispensable para formar gobierno, puedan ocupar cargos en el Consejo de Ministros, o gabinete.
Esta es una exigencia irrenunciable del líder del partido de izquierda, Pablo Iglesias, para respaldar la reelección de Sánchez, quien ganó las elecciones del pasado 28 de abril sin mayoría absoluta.
Sin embargo, la última propuesta del líder socialista es incorporar a su gabinete a dirigentes de Unidas Podemos que tengan características más técnicas que políticas y que no formen parte del “núcleo duro” del partido, es decir, descartan a Iglesias.
El líder de Unidas Podemos ya calificó la idea de “absurda” e insistió en pedir al PSOE que levante su veto a las personas que ellos decidan proponer para el gobierno.
“En democracia gobierna quien se presenta a las elecciones y quien tiene el apoyo de los ciudadanos”, subrayó Iglesias en una entrevista con la televisión pública TVE.
Iglesias confía en que Sánchez rectificará porque no cree que vaya a cometer “la irresponsabilidad de llevar a España a elecciones para tener todos los sillones para él y por establecer una serie de vetos a su socio”.
Ya sin el veto a miembros de Unidas Podemos sobre la mesa, Calvo instó a Iglesias a sentar a los equipos de ambos partidos para negociar “un documento programático”.
Sánchez habló por teléfono con Iglesias en un intento por reconducir las negociaciones, pero tras el contacto dijo que su propuesta había sido rechazada.
El PSOE de Sánchez ganó las elecciones sin mayoría absoluta, con lo que necesita acuerdos con varios partidos, empezando por Unidas Podemos para superar la votación de su investidura, ya que la segunda y tercera fuerza, el conservador Partido Popular y los liberales de Ciudadanos, lo vetarán.
La primera votación, prevista para el 23 de julio, previsiblemente fracasará porque necesitaría mayoría absoluta, pero dos días después podría ser reelegido si llega a un acuerdo que sume una mayoría simple.
Si la investidura de Sánchez es fallida, el PSOE dijo que no volvería a intentarlo, con lo que España se dirigirá a unas nuevas elecciones generales sin la perspectiva de que se produzca un cambio electoral radical.