Interés general

Patricio Peralta Ramos, el fundador

El Boulevard Marítimo, la más espectacular de nuestras arterias, lleva el nombre del fundador de Mar del Plata, Patricio Peralta Ramos desde el 21 de enero de 1924.

por Carlos V. González Rivero

Serpentea nuestra magnífica costanera, entrando y saliendo, subiendo y bajando, a veces paralelo al mar, otras veces perpendicular. Arranca con ese nombre en la calle Río Negro junto al Asilo Unzué, bordea las playas de La Perla y se asoma a esa vista tan fotogénica que se empieza a adivinar en la curva después de cruzar Santa Fe y se manifiesta espectacular a la altura de 3 de Febrero, descendiendo hasta el sitio primigenio donde germinó la ciudad, adentrándose en las playas Punta Iglesia, Popular y Bristol, bordeando el Casino y el Hotel Provincial, recalando en el Torreón del Monje.

A partir de allí delega el recorrido más costero a su hermano menor el Paseo Jesús de Galíndez que le cubrirá las espaldas hasta el cabo Corrientes. Continúa el Boulevard, señorial, siguiendo la curvatura suave de Playa Varese, y llegando al cabo, lo rodea con elegancia y enmarca desde la altura la pintoresca Playa Chica, forma una pronunciada curva que en breve la presidirá un edificio de Cesar Pelli y decidido, bordea el Parque San Martín, para meterse de lleno en Playa Grande. Por allí, más abajo, le hacen la segunda los paseos Victoria Ocampo y Celso Aldao. Llegando al Golf Club deriva un tentáculo para formar la rotonda embanderada, mientras su lengua principal baja rápido hacia su última recta, conteniendo a la Base Naval hasta su epílogo en Juan B.Justo.

Don Patricio nació con la patria

Patricio Peralta Ramos nació en Buenos Aires el 17 de mayo de 1814 en el hogar paterno de calle San Martín entre Bartolomé Mitre y Rivadavia. Sus padres eran Juan José Porcel de Peralta (oficial del Regimiento de Patricios) e Hipólita Ramos. Patricio Porcel de Peralta y Ramos abrevió su apellido, dando así origen al tradicional apellido Peralta Ramos.

En 1840, a sus 26 años, se casó con Cecilia Robles Olavarrieta y tuvo con ella catorce hijos.

Cecilia Robles murió el 12 de febrero de 1861 como consecuencia del parto del último de sus hijos, a los 35 años de edad y trece años antes de que su marido fundara Mar del Plata.

Patricio trabajó de tendero en su ciudad natal. Durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas proveyó a sus tropas de indumentaria y participó de la Sociedad Popular Restauradora, desde 1842 hasta la finalización del gobierno. Esta actividad le permitió prosperar económicamente. Después que Rosas no le pagó deudas contraídas con él decidió vender sus propiedades urbanas y cambiar de actividad, buscando nuevos horizontes en la campaña sur de la provincia de Buenos Aires.

Estanciero y saladerista

En 1860 Patricio Peralta Ramos viajó por primera vez a la zona de Cabo Corrientes, en la costa de la provincia de Buenos Aires, en una galera de la compañía Mensajerías Generales del Sud, en compañía de sus hijos Jacinto y Eduardo.

Le había comprado el 26 de septiembre a José Coelho de Meyrelles, quien era cónsul de Portugal, sus tierras consistentes en las estancia Laguna de los Padres; más tarde llamada “Cabo Corrientes” (88.500 has.), San Julián de Vivoratá (33.748 has.) y La Armonía (14.174 has.). Adquiere además tres naves: La barca “La Armonía”, el bergantín “Eduardo” y el pailebote “Lobería Chica”.

La única población existente se encontraba en la desembocadura del arroyo Las Chacras. También adquirió la parte de Anacarsis Lanús, Benigno Barbosa y Zubiaurre quedando como dueño absoluto de la estancia y del saladero.

Intentó reimpulsar la actividad del saladero pero la producción no mostró mejorías.

Fundador de Mar del Plata

Al fracasar este intento de salazón, Patricio Peralta Ramos tuvo la idea de convertir sus grandes extensiones de tierras rurales en lotes urbanos. Para ello se propuso dividir la superficie del terreno de su estancia en parcelas de mucho menor tamaño, las chacras, y también instalar un poblado en parcelas muchísimo más pequeñas aún, que contaría con el puerto ya existente en su saladero.

Ello levantó críticas de algunos estancieros vecinos que no estaban de acuerdo con la ubicación del poblado y proponían establecerlo en el centro del partido de Balcarce (que era más extenso en ese entonces). Otros vecinos eran partidarios de instalarlo en el denominado Puerto de Laguna de los Padres. La decisión del lugar determinaría quién se beneficiaría con el aumento del valor de las tierras donde se ubicara el poblado.

Un proyecto con oposición

En 1865 la provincia de Buenos Aires creó el partido de Balcarce y Peralta Ramos recibió el apoyo del juez de paz Juan Peña que argumentó ante las autoridades provinciales la conveniencia de establecer un poblado sobre la costa. Pero un grupo de vecinos estaba en contra de que la Provincia utilizara fondos públicos para la expropiación de las tierras.

El fundamento de esta negativa radicaba en el hecho de que cuando se dividió la estancia de Peralta Ramos en lotes y se hizo la mensura, las tierras que poseía eran mayores que las que figuraban en el registro de propiedad, entonces le tenía que devolver 1.000 has. al Estado. Pero las leyes vigentes lo autorizaban a ubicar dentro de sus propiedades lo que sobraba, a fin de que el Estado tomara una decisión sobre los mismos, generalmente subastarlas públicamente. Los vecinos opositores (José Chaves, fundador de Balcarce, entre ellos) sugirieron que la localidad se debía establecer en esos sobrantes a fin de que el Estado se ahorrara los gastos de una expropiación. Pero Peralta Ramos finalmente ubicó los sobrantes fuera del partido de Balcarce en inmediaciones de la Laguna de Mar Chiquita. Estas tierras eran propensas a inundaciones, dentro de la estancia San Julián de Vivoratá, manteniendo su postura original de fundar la localidad en el partido de Balcarce donde no había terrenos fiscales.

La elección del lugar

En 1867 José Bernal, juez de paz de Mar Chiquita, apoyó a Peralta Ramos por medio de una carta al Ministro de Gobierno bonaerense, Nicolás Avellaneda, donde le informó que los terrenos fiscales eran campos bajos y de bañados inadecuados para instalar allí una población. En cambio el lugar propuesto por Peralta Ramos era ideal para constituir uno de los puertos argentinos más comerciales.

En honor a su fallecida esposa, Peralta Ramos destinó en 1873 un terreno para la construcción de la capilla Santa Cecilia, el primer templo de la localidad. Peralta Ramos en persona trabajó en la obra de construcción hecha con tablas de un naufragio que estaban abandonados en una playa.

“Hay más de veinte casas”

Peralta Ramos inició los trámites ante el gobernador Mariano Acosta para fundar el pueblo enviando el 14 de noviembre de 1873 una Solicitud de Aprobación. Algunos fundamentos expresados en la misiva son: “Este punto llamado a gran desenvolvimiento, es ya hoy un pueblo, excelentísimo señor. Hay en él un gran saladero cuyo costo primitivo fue de cuatro millones de pesos, aproximadamente. Hay un muelle de “fierro”; que costó treinta mil duros. Hay un molino de agua que puede elaborar la harina suficiente para las necesidades de la localidad. Hay una iglesia de piedra y cal con todo cuanto es requerido, que puede contener cuatrocientas personas. Hay botica, panadería, herrería, zapatería y otros ramos industriales. Está también listo el colegio municipal y hay, además, más de veinte casas de piedra, madera o ranchos ocupados por negocios de diversos géneros. La población que allí se forme está llamada a ser una de las más felices de la provincia, tanto por su clima como por la feracidad de su suelo. Los ramos a explotar se presentan desde ya de una manera fácil y productiva. A corta distancia se halla el gran criadero de lobos marinos, cuyo producto lo estimo en quinientos pesos por cabeza, siendo una mina inagotable…..”.

El 10 de febrero

Los inconvenientes que debió afrontar fueron las discrepancias con los vecinos y con algunas disposiciones oficiales por la ubicación del poblado. El gobernador Acosta firmó el decreto de fundación de Mar del Plata el 10 de febrero de 1874 previo informe del Departamento Topográfico de la provincia y una recomendación del Juez de paz Pedro Bouchez y del Fiscal de Estado que recomendaban dejar una avenida costera de 200 m de ancho. Esto en vez de una fundación puede considerarse una oficialización de la localidad ya existente. Pero oficialmente esa fecha es considerada el aniversario de su fundación.

Patricio Peralta Ramos falleció el 25 de abril de 1887, en Mar del Plata, y sus restos fueron enterrados en un cementerio adyacente a la capilla Santa Cecilia y posteriormente trasladados al panteón familiar en el Cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires.

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