Los shows en los silos, el atractivo natural de la banquina, la gastronomía y los comercios ofrecen una amplia variedad de opciones para el turismo. "El sector la pasó muy mal y necesitábamos una temporada como esta para que se resuelva", destacó Gabriel Felizia, presidente del Consorcio Portuario Regional.
En todo enero y en el arranque de febrero, la multiplicidad de atractivos que ofrece la zona del Puerto de Mar del Plata cautivó a miles de turistas que eligieron el lugar para pasear, comer y disfrutar de los espectáculos y propuestas culturales al aire libre en el marco de “un verano extraordinario” que permite a muchos emprendedores del sector “recuperarse después de haberla pasado tan mal” durante la pandemia, destacaron desde el Consorcio Portuario Regional.
Noche a noche, el espacio Silos Arena viene convocando a multitudes de jóvenes y adultos que se acercan para asistir a shows de calidad con reconocidos artistas que le devolvieron vida al corredor nocturno de la zona portuaria.
Don Osvaldo, Los Pericos y Chano fueron tan solo algunos de los tantos artistas que sonaron en vivo para miles de personas junto a los silos, un espacio que desde que comenzó a ser utilizado para eventos y espectáculos sembró un éxito tras otro. La Fiesta Bresh y La Fiesta Mágica convocaron también a una amplia cantidad de espectadores en las últimas semanas.
De día, por supuesto, el Puerto combina su actividad productiva e industrial con los atractivos turísticos y gastronómicos, con paseos por la banquina para ver el espectáculo natural que brindan los lobos marinos frente a las lanchitas amarillas y la amplia variedad de pescados y mariscos que pueden degustarse en el centro comercial que, por cierto, está viviendo “una temporada plena” con buen nivel de ocupación de mesas y también de consumo.
El presidente del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, Gabriel Felizia, no pasó por alto el éxito del verano y el nivel de visitantes que viene sosteniendo el Puerto gracias a estos y otros atractivos.
“La verdad que es extraordinario. Es realmente extraordinaria la cantidad de gente que se acerca este verano. Estamos incluso sorprendidos, porque esperábamos mucho, pero no la cantidad de turistas que estamos teniendo“, reconoció el funcionario, a metros de la Banquina de Pescadores, durante la masiva inscripción al curso de soldadura que, con la presencia del ministro de Educación nacional, Jaime Perczyk, convocó a cientos de jóvenes que iniciarán su formación en este oficio con “altísima demanda” de trabajo.
Turistas de diferentes puntos del país que visitan Mar del Plata esta temporada tienen al Puerto como un punto de paseo casi obligado, el cual muchos aprovechan los días nublados cuando las condiciones no están dadas para la playa, pero una gran cantidad de personas se acerca también en aquellas jornadas soleadas y calurosas para pasar parte del día dentro de la terminal portuaria.
Gabriel Felizia, presidente del Consorcio Portuario
“Estamos felices porque el Puerto es un sector que ha sufrido muchísimo”, destacó Felizia en cuanto a este movimiento que viene registrando la zona luego del fuerte impacto provocado por la pandemia.
“Tanto los espectáculos como la recreación, el comercio y la gastronomía la han pasado muy mal”, dijo el funcionario y si bien aclaró que la mayoría de estos sectores “recibió ayuda” del Gobierno nacional, la Provincia de Buenos Aires y también del Consorcio Portuario Regional, “eso nunca puede ser suficiente”, sino que lo que hacía falta era “este movimiento” para que muchos emprendimientos puedan recuperarse.
A diario se aprecian las mesas del centro comercial llenas de comensales y en ocasiones se crean demoras para almorzar o cenar en algunos restaurantes.
Los negocios ubicados dentro y fuera de dicha medialuna comercial también ven reflejadas en sus ventas el intenso movimiento turístico, mientras que los barcos que realizan excursiones por la costa marplatense salen día a día con “muy buena ocupación” y los locales en el pasillo que antecede a la Banquina suelen estar a diario fuertemente concurridos y, sobre todo, con buen caudal de ventas.
Las tiendas de recuerdos, pero también las que venden pescados procesados y los emprendimientos gastronómicos allí montados se ven beneficiados por la afluencia de turistas, según remarcan varios de sus responsables.
Gabriel Felizia, en nombre de buena parte de los emprendedores que apuestan al Puerto y que en una gran proporción sufrieron la crudeza del “parate” causada por la pandemia, destacó el positivo impacto económico del verano que está viviendo la zona.
“Es espectacular y después de haberla pasado tan mal, necesitábamos una temporada como esta para que se resuelva”, afirmó.