Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.
El intendente Guillermo Montenegro tuvo su domingo soñado. Y en Juntos, cuyos máximos referentes locales, tanto del PRO como de la UCR lograron constituir una alianza a prueba de balas -cabe recordar que no hubo internas en las PASO a nivel local-, también se multiplicaban las sonrisas -reales, no impostadas- al analizar los números que arrojaron las elecciones, no solo en General Pueyrredon sino en toda la quinta sección electoral. Todo ganancia para el oficialismo local, que logró el 46,6% de los votos para obtener ocho de las doce bancas del Concejo Deliberante que se ponían en juego, un hecho solo conseguido por el ex intendente Elio Aprile hace más de dos décadas.
La lista encabezada por Fernando Muro logró 5.725 votos más que en setiembre, mantuvo prácticamente la abismal diferencia con el Frente de Todos (66.369 votos, 18,6 puntos), el jefe comunal plebiscitó sus dos primeros años de gobierno obteniendo el respaldo de marplatenses y batanenses -se abren las puertas de su intento reeleccionista- y a la vez Juntos le aportó a la candidatura de Diego Santilli, en la quinta sección electoral, un enorme caudal de votos (mantuvo la diferencia de casi 20 puntos con el Frente, como sucedió en las PASO) lo cual en el plano de la política partidaria, coloca a Guillermo Montenegro y al radical Maxi Abad como grandes ganadores de la jornada.
Asimismo, el hecho de que se sumen al “empatado” Senado bonaerense (23 a 23) dos legisladores de activa participación en el gobierno local -tales los casos de Ariel Martínez Bordaisco, actual presidente del Concejo Deliberante y Alejandro Rabinovich, jefe de Gabinete- adquiere un valor más que destacado, ya que las negociaciones para la aprobación de iniciativas del gobierno bonaerense serán moneda corriente. Y hay votos que valen obras. Aparece también una oportunidad inmejorable para comenzar a discutir las modificaciones necesarias para que Mar del Plata reciba el porcentaje de coparticipación que realmente le corresponde, y no lo que sucede actualmente -en realidad, desde hace décadas- donde a las arcas municipales llegan migajas. Otro marplatense, Pablo Obeid, senador electo por el Frente de Todos, también seguramente trabajará desde allí por Mar del Plata, ciudad que en pocas oportunidades contó con tres representantes activos de la política en ese ámbito de poder.
Muchas lecturas surgen del resultado de la concurrencia de los marplatenses a las urnas, al tiempo que se abren, de cara al futuro, una serie de escenarios posibles con vistas a las elecciones de 2023. La reconstrucción de la principal fuerza opositora local se convertirá en uno de los hechos más destacados de los próximos meses. Tras lo que pareció una puesta en escena, en la noche del domingo, con sonrisas, abrazos y felicitaciones cruzadas cuando las urnas ya habían dado su veredicto, en coincidencia con lo que sucedía en el Centro Cultural C de Chacarita, adonde confluyeron el gobernador, el Presidente y los máximos candidatos del FdeT, el kirchnerismo distrital, bajo la conducción de la titular de la Anses, Fernanda Raverta -¿volverá a ser candidata a intendenta dentro de 24 meses?- deberá realizar una fuerte autocrítica que, lejos de las cámaras de televisión, seguramente no tendrá tantas muestras de algarabía como las que se vivieron en el búnker el domingo pasado. “Si ponías la televisión sin volumen parecía que la ganadora era la lista de Sívori y que los derrotados eran los de Muro”, graficaba un colega sorprendido por lo que se vivió en el Centro Asturiano.
A decir verdad, poco había para celebrar. El Frente de Todos logró cuatro bancas pero perdió una -puso cinco en juego-, y si bien sumó más votos que en las PASO -Raverta detalló que gracias al trabajo de la militancia se obtuvieron 10 mil votos más que en setiembre, que en realidad fueron 8.075 tras computarse el 98% de las mesas-, el dato concreto refleja que con referencia a las elecciones de 2019, cuando la titular de la Anses estuvo a 9.792 votos de derrotar a Montenegro, el Frente perdió 59.049 votos en dos años contra 2.932 que se le esfumaron a Juntos por el Cambio. Además, el domingo perdió dos circuitos electorales más -el 370D y el 368A que abarcan zonas como Chapadmalal, El Marquesado y Camet- y en consecuencia, Juntos ganó en 14 circuitos.
Mar del Plata, cabe aclararlo, nunca fue una ciudad amigable para el peronismo a la hora de elegirse a los conductores de la ciudad. De hecho, es la única, de las principales ciudades de la provincia, que no tuvo un intendente peronista en las últimas siete décadas. El último elegido fue José Antonio Cavallo, en 1954. De todos modos, es una creencia extendida que Mar del Plata nunca tuvo intendentes peronistas cuando en realidad hubo tres. Todos fueron elegidos durante las dos primeras presidencias de Juan Domingo Perón, y ninguno terminó su mandato. Desde entonces, esa fuerza política no volvió a dirigir el Ejecutivo local. Con gobiernos provinciales y nacionales de extracción justicialista, son muchos los peronistas que no se resignan a seguir dejando vacante el sillón del despacho principal de la comuna.
Los “heridos” del peronismo tradicional y ortodoxo hoy se quejan de no haber podido dar lucha en la interna del Frente de Todos o al menos debatir ideas, tal el caso del actual titular del Correo, Rodolfo “Manino” Iriart. “No podemos estar todo el tiempo tirándonos un tiro en el pie. Algún día no vamos a poder caminar”, graficó el ex legislador provincial. Las autoridades del PJ vernáculo también muestran muecas de desagrado. Con vistas al futuro, comenzarán a reorganizarse. En esos sectores le apuntan también a dos hombres. “Gustavo Pulti no puede estar afuera. Lo daban por muerto en las PASO pero el tipo está más vivo que nunca. Hoy sigue teniendo la llave del Concejo. Es un tipo que puede sentarse en la mesa del peronismo que se puso la campaña al hombro y duplicó los votos. Tuvo 14 mil votos más que en setiembre (13.829 para ser exactos), y si la campaña duraba una semana más metía dos concejales”, reconocía un experimentado dirigente sindical local.
Y a propósito, hay miradas que apuntan a otro hombre de extracción gremial. “Yo no me la creo esa de que vino a Mar del Plata solamente para que ascienda Alvarado y pueda jugar el clásico con Aldosivi”, ironizaba por su parte un funcionario del gobierno de Montenegro. Se refería a Facundo Moyano quien, como se sabe, meses atrás pegó el portazo en el Frente de Todos dejando su banca de diputado nacional. “El fútbol y la política siempre estuvieron muy ligados. Yo si fuese periodista estaría atento a los próximos movimientos de este pibe”, recomendaba casi paternalmente el funcionario. Por lo pronto, apadrinando la lista opositora de los “gastronómicos” Moyano se encontrará con un peso pesado, tal el caso de Luis Barrionuevo, quien lo espera respaldando a la lista oficialista de ese poderoso sindicato.
Las elecciones de medio término marcan a la vez el inicio de una nueva etapa del gobierno municipal. El tiempo de la pospandemia. Montenegro sabe que, a partir de ahora -finalizada la temporada que apunta a ser un éxito en la ciudad- las demandas de la ciudadanía serán otras. Con un altísimo porcentaje de la población vacunada, con uno o ningún paciente Covid ocupando camas de terapia intensiva, tras haber logrado zafar del colapso del sistema sanitario, y luego de haber transitado la pandemia sin costos políticos -que en cambio lo pagaron los oficialismos “de arriba”- al intendente le reclamarán que arregle las calles, atienda los barrios y realice obras. Gestión, en definitiva, tras estos dos años donde las preocupaciones pasaron en casos por sobrevivir, incluso económicamente. Montenegro logró capitalizar electoralmente lo que no pudo o no supo hacer el Frente de Todos local a propósito de la ayuda económica, financiera y sanitaria que provino de Provincia y Nación (vacunas, IFE, subsidios, y otros paliativos económicos llegados durante la pandemia), y pese a ser rugbier, tuvo cintura de boxeador para eludir el descontento social producido por el cierre de comercios, escuelas y otras actividades.
Montenegro apostó por ponerse del lado de los comerciantes -no fue casual que la lista de concejales la encabezara su secretario de Desarrollo Productivo- y defendió a rajatabla el “laburo” de los marplatenses y batanenses en épocas en que los índices de desocupación y pobreza escalaban en el distrito. Y con eso le alcanzó en estos dos años. Replicó en Mar del Plata lo que instrumentaba con éxito -más aun leyendo el diario del lunes- el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Sin embargo, comienza una nueva etapa en la cual la gestión será crucial al igual que el equilibrio con el gobierno provincial y nacional. Sabe, como lo sabían los intendentes que lo antecedieron, que sin fondos que lleguen desde La Plata o desde Balcarce 50, poco podrá hacerse. Aún está fresco en la memoria de los marplatenses el aislamiento político que se autoinfringió el ex intendente Carlos Arroyo, a quien, pese a haber sido representante del mismo sello político, lo ignoraban o ninguneaban en el gobierno provincial y nacional. La lección está aprendida.
Los puentes entre Montenegro y Axel Kicillof y Alberto Fernández nunca se cortaron pese a los tiempos de fricciones y choques. De hecho, la llegada de Martín Insaurralde a la Jefatura de Gabinete de la provincia fue celebrada en el despacho del jefe comunal. “Es un tipo con el que se puede dialogar y consensuar. Y además fue intendente, por lo que conoce al dedillo este juego”, confiesa Montenegro en la intimidad del palacio municipal.
Las negociaciones y la búsqueda de consensos también se deberán ejercitar en el nuevo Concejo Deliberante. A partir del 10 de diciembre, el oficialismo contará con 11 concejales -el bloque del PRO seguirá siendo presidido por Agustín Neme-, 9 tendrá el Frente de Todos, 2 el de Crear, y 2 Acción Marplatense. No será fácil la tarea que le espera a la próxima presidenta del Concejo Deliberante, Marina Sánchez Herrero -esposa de Maxi Abad, presidente del bloque de diputados provinciales de la UCR, pero con vuelo y peso político propio- en tiempos en los cuales, con la vista en el 2023, los oficialistas serán más oficialistas y los opositores más opositores. Sánchez Herrero será uno de los engranajes claves de la nueva etapa, se asegura.
En encuentros individuales –¿habrá un retiro donde se reunirá todo el gabinete municipal para encarar el segundo tramo de la gestión?—el intendente les viene pidiendo más trabajo y compromiso a muchos de sus funcionarios. “Lo que viene no es joda y no hay lugar para quienes trabajan atentos al reloj”, ya advirtió en uno de esos cruces. También se decidió desalentar cualquier tipo de interna imaginando cambios en el gabinete. “No los habrá al menos en esta primera etapa”, coinciden en destacar las fuentes aunque admiten que hay al menos un par de secretarios que deberán mejorar y mucho, si quieren seguir ocupando despachos hasta diciembre de 2023.
La remontada del Frente de Todos en la provincia, si bien no alcanzó para dar vuelta el resultado pero si para reducir de 4,08 a 1,28 los puntos de diferencia entre el ganador Diego Santilli y Victoria Tolosa Paz –“ellos ganaron perdiendo y nosotros perdimos ganando”, aseguró- se basó pura y exclusivamente en el trabajo de los intendentes justicialistas del conurbano. La movilización en los distritos más populosos logró acortar a poco menos de 112 mil (fueron 360 mil en las PASO) la brecha entre Juntos y el Frente. Concretamente, de los 248 mil votos que le descontó Tolosa Paz a Santilli, 230 mil se obtuvieron en los 28 partidos del conurbano. La camporista Mayra Mendoza fue una de las figuras destacadas del domingo. Dio vuelta la elección en Quilmes y la lista de Tolosa Paz le recortó 23 mil votos a la de Santilli. En tanto, señalaba el colega Martín Rodríguez Yerba, “los caciques del peronismo bonaerense reclamaban su parte en la ‘fiesta de la derrota’. Miran el vaso medio lleno y prefirieron no comparar con las elecciones generales de 2019 para no enfrentarse al retrato de una sangría electoral donde todos perdiendo votos. Casi 158 mil en La Matanza, 76 mil en Tigre, 55 mil en Quilmes, y 53 mil en Moreno, por mencionar algunos distritos”.
En la quinta sección electoral, en cambio, la lista de Juntos encabezada por Ariel Martínez Bordaisco tuvo un desempeño notable. El electo senador provincial cosechó 398.229 votos, el 51,07%, contra los 243.513 (31,23%) obtenidos por el Frente, en boleta encabezada por el marplatense Pablo Obeid. El actual presidente del Concejo Deliberante sacó 41.600 votos más que en las PASO (Obeid sumó 35.578 más que en setiembre) y le cuidó justamente la quinta a Santilli, habiendo logrado contener prácticamente la totalidad de los sufragios que en la interna se dividieron entre el mismo Santilli y el radical Facundo Manes, quien, cabe recordarlo, fue el vencedor de aquel pleito (53,74% a 46,25%). “Mantuvimos la diferencia de casi 20 puntos y fuimos una de las pocas secciones donde el Frente no pudo descontar”, comentaban orgullosos quienes tuvieron a su cargo la coordinación de la campaña en toda esa región.
Gran elección realizó Avanza Libertad en Mar del Plata. Con un candidato a concejal desconocido tal el caso de Gustavo Adrián José, sin campaña y con casi nula publicidad, se quedó con el tercer lugar en la elección. El arrastre de la boleta de José Luis Espert como candidato a diputado nacional, le permitió a los libertarios locales ese histórico tercer puesto, aventajando por apenas 50 votos (26.026 a 25.976) a la lista de Acción Marplatense liderada por Fernando Telpuk. Tanto a Avanza Libertad como a Acción Marplatense, les faltó apenas un punto para quedarse con uno o eventualmente dos concejales. Si cualquier de ellos los hubiese obtenido, el mapa del Concejo variaba notablemente, con pérdidas para el oficialismo ya que Montenegro sumaba siete ediles y el Frente los mismos 4 que finalmente obtuvo.
Así como fue más que destacada la remontada y obtención de nuevos votos por parte del Frente de Todos en la provincia, en Mar del Plata fue la lista apadrinada por el ex intendente Gustavo Pulti quien logró revertir la muy mala actuación de las PASO. En setiembre, AM apenas obtenía el 3,59% de los votos (12.147), y el futuro de Pulti aparecía más que oscuro. Sin embargo, se puso la campaña al hombro, recorrió los barrios que necesitaba para apuntalar su performance, y finalmente duplicó los votos. “De hecho, fue la de AM la lista que más creció el domingo. Telpuk sumó 13.829 votos más que en setiembre. Si bien todas las fuerzas crecieron en cantidad de adhesiones, Acción Marplatense recogía más “votos nuevos” -29 para ser exactos- que los que contaron en conjunto Fernando Muro (5.725 sufragios más) y Virginia Sívori (8.075 más), en relación a las PASO. La franja más votada de la boleta de Vamos con Vos fue la de candidatos a diputados nacionales (aparecía la foto de Pulti junto a la de Florencio Randazzo). El ex intendente recibió allí 27.397 votos (7,72%), 1.363 más que los de Telpuk y 862 más que los que logró el actual concejal Horacio Taccone como candidato a senador provincial.
Fue baja la participación del electorado marplatense en los últimos comicios. El 66% de asistencia convirtió a General Pueyrredon en uno de los nueve distritos bonaerenses (de los 135), donde la concurrencia a las urnas fue menor al 70%. Así, 204.384 marplatenses y batanenses “pegaron el faltazo” el domingo, una cifra que equivale al 32,20 por ciento del padrón de 582 mil ciudadanos en condiciones de votar. “Es una cifra más que respetable y un dato a tener en cuenta de cara al futuro”, confiaron representantes de distintas fuerzas políticas locales ante el llamativo número.
Y a propósito de números, del análisis de los resultados en base a los distintos circuitos electorales, puede determinarse que fue fundamental para el triunfo del oficialismo, la notable diferencia de votos obtenidos en los tres distritos céntricos. Como bien se consignara en un artículo de La Tecla, en el circuito 366 -el segundo con mayor padrón-, Juntos alcanzó su mejor desempeño con la friolera cifra del 63,8%, aplastando al Frente de Todos que logró el 17,8%. La diferencia allí fue de 25.508 votos. “La idea de seducir a las capas medias de la sociedad y mejorar en el centro no funcionó”, admitían armadores del Frente. En el vecino circuito 366A, Juntos se llevó el 50,9% contra el 25,8% del Frente, al tiempo que en el circuito 367 la ventaja se amplió por un 57,8% a 21,75%. Juntos, que se quedó con 14 circuitos, dos más que en las PASO, también sacó diferencias en el circuito 364, el más populoso de todos que abarca la zona que va desde la costa a ruta 88 y de Juan B. Justo a Mario Bravo. A la hora del computo final se determinó que el oficialismo lograba el 41,8% contra el 30% de la lista encabezada por la reelecta concejal Virginia Sivori.
En tanto, el Frente de Todos se impuso en ocho distritos, donde -consignaba la publicación- se destacó la victoria en el circuito 370G, que comprende a Batán y El Boquerón. Allí se impuso por un 34,4% contra 29,8%. El primer puesto más destacado el Frente lo consiguió en el circuito 370F (43,6% a 24,3%), correspondiente a los barrios Las Américas y General Belgrano. A su vez, Acción Marplatense superó el 10% en ocho distritos, principalmente en la zona sur y oeste, y Avanza Libertad tuvo registros para ingresar al Concejo Deliberante en los circuitos 368 (norte) y 369 (Sierra de los Padres y el resto de los barrios del oeste). La izquierda también se hizo fuerte en el sur, donde vive su candidato, Alejandro Martínez, quien en la jornada electoral celebró su cumpleaños. En el circuito 370C, entre Acantilados y Chapadmalal, alcanzó el 10% mientras que en Camet llegó al 8,5%. A su vez, Crear Mar del Plata presentó sus mejores registros en Batán, donde alcanzó el 10,7% de los votos. En tanto, Avanza Libertad creció en 6.619 votos, el Frente de Izquierda 5.633 y Crear, con su boleta corta, 6.912.
Algunas particularidades que surgen del análisis de los resultados de la elección. En la lista de Juntos, la ganadora, el tramo más votado fue el de senador provincial. Ariel Martínez Bordaisco (169.949) logró 3.956 votos más que Fernando Muro (165.993) -le sacó a Pablo Obeid 67.928 de diferencia en General Pueyrredon y 154.716 en la quinta-, mientras que la de diputados también superó a la de concejales. Santilli sumó 2.118 más que el secretario de Desarrollo Productivo y le ganó finalmente a Tolosa Paz por 67.744. En tanto, en el Frente de Todos, Virginia Sívori (99.624 votos) logró 2.397 menos que Obeid y apenas 743 menos que Tolosa Paz.