El productor de espectáculos Fernando Tami es el autor de "Historias robadas", un libro con relatos y personajes de Mar del Plata y Rosario, con el mar y el río de fondo. Lo presentará este jueves.
“Historias robadas” es el libro de Fernando Tami que presentará este jueves a las 18 en el escenario de Castelli 1252. Editado por Gogol, contiene cuentos cortos y relatos que el autor escribió durante la pandemia, aunque varios vienen de tiempo atrás. Algunos emergieron en sus días de vecino de Rosario, ciudad en la que vivió y en la que se nutrió de la bohemia de sus calles.
“La quietud laboral en la pandemia hizo que siguiera con este proyecto que en realidad estaba archivado a la espera de que alguien me ayudara a publicarlo”, contó el autor, que dijo haber encontrado en el editor Javier Chiabrando -“un amigo de Rosario”- un aliado para que las historias se transformaran finalmente en libro.
A lo largo de ciento sesenta y un textos, Tami aprovecha para describir personajes extraños, habituales visitantes de la noche, de cafés, con sus mochilas llenas de amor, desencuentros y rarezas. Instantes que quedan inmortalizados por su mirada, momentos que observa con la agudeza de los curiosos.
“El término ‘robar’ es porque observo personajes, lugares, momentos. Tomo historias de otros y otras. Las obtengo de la vida misma, de muchos años de vivir en tres ciudades distintas y con colores diferentes. Historias de alguna mujer que no entendió y un hombre que aún la espera, por ejemplo”, indicó a LA CAPITAL.
Nacido en Concepción del Uruguay, criado en Rosario, más tarde mudado a Mar del Plata, sus historias también están atravesadas por el mar y el río.
En realidad, dice, “hay dos ríos, el Uruguay, donde nací, y el Paraná, el río marrón, pegado a Rosario donde por un decreto firmado en una mesa del Cairo se me otorgó la nacionalidad rosarina por mandatos familiares y los colores auriazules de Rosario Central y allí encontré mi profesión”.
Productor de espectáculos, Tami contó que fue esta ciudad con mar la que le “dio un hijo, una familia chica, el amor, los amigos y la felicidad”. “El río y el mar son los que me traen las historias, donde encuentro los personajes que por alguna razón caminan hacia esos lugares”, agregó.
-¿Cómo definís el libro: relatos, prosa poética, cuentos?
-El libro son relatos, historias, cuentos cortos. Hoy se les llama micro relatos, pero para mí serán siempre historias de vida de personajes que viven en mí. De historias vividas que hablan de hombres y mujeres. Pequeños cuentos. Son viñetas, el famoso globito de las historietas, donde intento hacer hablar a esos personajes. En el libro hay algunos dibujos de historietistas rosarinos, con los que compartimos la revista de humor Risario.
-¿Por qué escribís?
-Escribo desde que enviábamos cartas, el mail de hoy, o una nota por debajo de la puerta (que sería el Whastapp) para alguna noviecita, o esa morocha que me tenía loco de amor. Siempre me preguntan por qué escribo. Siempre tengo el ejercicio de mirar por una ventana a cualquier altura, o en la calle, o en algún lugar con mucha gente. Busco siempre imágenes, rostros. Observar los movimientos de esa gente que se le nota la soledad. Mirar la vida que pasa ante mis ojos, con participantes anónimos de cada historia. Escribir sobre victorias y derrotas diarias. Me declaro un contador de historias, pero como dijo Galeano “uno escribe para despistar a la muerte y estrangular a los fantasmas que por adentro lo acosan”.