Arte y Espectáculos

Paloma Barrales presentó “Mañana dorada”, un bolero melancólico y “muy marplatense”

Es el quinto trabajo de la artista independiente. "Siempre intento que mi instrumento (mi voz) pueda ser flexible y funcional", definió la artista, quien se siente cómoda en la música popular, pero incorporando todo el aprendizaje de su formación lírica.

Con “Mañana dorada”, la marplatense Paloma Barrales muestra una capa más de su versatilidad interpretativa y compositiva.

Afianzada en el segmento de la música popular, aplica todo su aprendizaje en la formación lírica, para crear piezas dulces, armoniosas, que combinan el contenido de letras sentidas con instrumentaciones y arreglos muy pensados.

En este caso, por primera vez compuso y cantó un bolero, con una letra entre nostálgica y dolorosa, que transita tanto el disfrutar el momento como el pesar por el desencuentro, con un videoclip que registra, casi literalmente, el contexto que inspiró la canción.

“Siempre intento que mi instrumento (mi voz) pueda ser flexible y funcional”, definió la cantante, compositora, docente y licenciada en Artes Musicales en orientación canto lírico por la Universidad Nacional de las Artes (UNA, Buenos Aires), en una charla con LA CAPITAL, en la que además profundizó en su recorrido musical como solista y en trío.

“Estoy muy deseosa de poder armar un disco. Vengo sacando canciones sueltas desde 2021 -cuando la vorágine de la vida me lo permite- pero en este presente deseo encontrar el momento de armar algo más largo y conceptual. Habrá que ver, cuando logre armar el disco, si alguna de las canciones que he sacado pueda ser parte”, confió la artista.

– Como bolero, esta canción tiene ese matiz nostálgico, triste. ¿En qué circunstancias surgió?

– La historia de la “Mañana dorada” fue real. Es el recuerdo de una mañana soleada y agradable de abril, en la zona de la Rambla, lugar que frecuentaba en ese momento. Trata de exponer la dicotomía entre un hermoso y fugaz momento, que puede distraernos de los pesares por un rato y, a su vez, el penar por los desafíos propios de los vínculos humanos.

– ¿Cómo fuiste trabajando la elección de los instrumentos, los arreglos, las distintas capas del tema?

– Compuse la canción con la guitarra. Para entonces, podía imaginarme algo de la instrumentación, pero no tenía en mente aún grabarla. Un tiempo después, se lo envié a Joaquín Viñas. A los días me envió grabada sobre mi maqueta la introducción de la canción. Era exactamente lo que imaginaba. Semanas después, viajé a Mar del Plata y comenzamos a producir el tema. Escuchamos y comparamos distintos boleros y sus instrumentaciones, para ir decidiendo cómo sería la de “Mañana dorada”. Yo sabía que quería que el solo lo hiciera un saxo soprano, era un instrumento que me tenía ilusionada hace tiempo. Decidimos, entonces, que la instrumentación de la canción fuera guitarra (Joaquín Viñas), piano (Amalia Escobar), violín (Gustavo Vajsejtl), contrabajo (Jorge Vajsejtl) y saxo soprano (Sofía Karpinskyj). De los arreglos y la mezcla se encargó Joaquín Viñas. El mastering estuvo a cargo de Ariel Schilchter.

– Ya habías incursionado en la relación con “tu” Mar del Plata en “Los Pinares”. ¿Es una especie de búsqueda?

– En verdad, fue una linda coincidencia la recurrencia marplatense. Mi canción “Los Pinares” habla del barrio de mi infancia, de mis amistades y mi familia, del paso del tiempo… Y la situación de la “Mañana dorada” fue en la playa, pero podría haber sido en cualquier otro contexto… Quise recrear en el videoclip las imágenes que tenía retenidas en la retina: la playa, el sol de la mañana reflejando en la arena, la Rambla, el cartel del muelle de los pescadores, el casino… Pude materializarlo gracias a Zoe Torres, quien filmó y editó el video, además de capturar las fotos y crear la tapa de la canción. Les recomiendo mucho el video, es muy marplatense.

– ¿Sentís que el bolero es tu género?

– Siento que la música popular es un lenguaje que disfruto de cantar y que es muy amable para mi instrumento. No podría decir que el bolero es mi genero, pero sí puedo decir que la música popular y mi voz se llevan bien. La decisión de que esta canción fuera un bolero se dio desde una búsqueda muy inocente, desde el juego. Yo tenía algunos tópicos claros en cuanto a la letra y hacía tiempo que venía buscando una música que lo acompañara. Una tarde, tocando boleros, apareció la idea de probar haciéndolo bolero y logré juntar letra y música.

-¿Cómo convive lo popular con tu formación lírica?

– Trato de hacerlas convivir constantemente, nutriéndose una de la otra. Siempre me fue más natural cantar música popular. Siempre intento que mi instrumento (mi voz) pueda ser flexible y funcional para todo lo que le pido. Se logra, pero lleva mucho trabajo y mucho autoconocimiento.

– ¿Cómo combinás tu música solista con el trío?

– Con el trío (Tiago Puntunet y Ciro Gargaglione) hacemos un repertorio de música popular latinoamericana. Dentro de ese repertorio están mis canciones. Tocar con ellos no hace más que potenciarme y expandirme. Los admiro mucho. Lo que hemos logrado en estos años tocando juntos es un lenguaje muy propio y que disfrutamos muchísimo. Me llena de orgullo. Con ellos pude darme el lujo de cantar músicas muy hermosas y complejas que deseaba incluir en mi repertorio. No pienso al trío como un proyecto por fuera de mi carrera solista, sino como compañeros que se suben al barco de este proyecto cuando podemos coincidir y, en el mientras, yo voy tejiendo las redes en solitario para poder expandir el proyecto y ojalá, en un futuro, pueda tocar con ellos en muchas más situaciones.

– Los temas los vas sacando de manera independiente. ¿Se complica generar música de calidad?

– Sí, las canciones que he ido lanzando fueron de manera independiente. Dos de ellas tienen videos. Todas han tenido un trabajo de arte de tapa… Y, claro, es complejo conseguir los recursos para hacer producciones de calidad (que no solo se trata de la grabación de la música). Muchas veces lo económico es un limitante. Debo recalcar, en mi caso, que tengo la inmensa suerte de tener de amigos a excelentes artistas, que se entregan a las producciones con mucha generosidad, fuera del rédito económico que pudiera darse. Vuelvo a decirlo: me potencian y me expanden.

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