Es por una nota en la que se recuerda la masacre de judíos en Jedwabne en 1941. La querella señala que la información se ilustró "de forma tendenciosa".
La web del diario Página 12 fue el primer medio denunciado bajo la polémica nueva ley polaca que prohíbe acusar de responsabilidad o complicidad al pueblo o al Estado polaco por los crímenes del Holocausto.
Según difunden hoy medios polacos, la Liga Polaca contra la Difamación (RDI) denunció a esta web esgrimiendo esta nueva ley, criticada por Estados Unidos e Israel, una normativa que prevé multas y hasta tres años de cárcel por usar la expresión “campos de concentración polacos” al referirse a los centros puestos en marcha por el nacionalsocialismo en la Polonia ocupada.
La denuncia, hecha efectiva este viernes, se centra en la publicación de un artículo en Página 12 en el que se recuerda la masacre de judíos en el municipio polaco de Jedwabne en 1941, controlado entonces por el ejército nazi.
En concreto, la querella señala que la información se ilustró “de forma tendenciosa” con una imagen que no se corresponde con los hechos narrados, puesto que en la fotografía aparecen los cadáveres de cuatro miembros de la resistencia anticomunista polaca de después de la II Guerra Mundial.
La RDI acusa al medio argentino y a su autor, el periodista Federico Pavlosky, de “manipulación” con el objetivo de “dañar a la nación polaca y la imagen de los soldados polacos” y de tratar de “engañar conscientemente” a sus lectores para hacer “creíble la tesis del antisemitismo polaco”.
El artículo apareció el pasado 18 de diciembre en la sección Contratapa y en el se abordaban los sucesos de Jedwabne, tal y como se recogen en la obra “Vecinos” del controvertido historiador polaco-estadounidense Jan Gross.
El autor afirmó en esta obra de 2001 que los habitantes “gentiles” de este pueblo encerraron en un pajar a unos 1.600 vecinos judíos, mujeres y niños incluidos, y los quemaron vivos ante la mirada impasible de los ocupantes nazis.
La ley polaca, que entró en vigor este jueves, es el último motivo de controversia internacional causado por el Gobierno en Varsovia, del ultraconservador y nacionalista Ley y Justicia (PiS), contra el que la Comisión Europea (CE) inició un proceso por presuntas violaciones del Estado de derecho.
Varsovia aprobó a principios de año la reforma legal que convierte en ilegal acusar a polacos de complicidad en el Holocausto y pena con hasta tres años de cárcel el uso de la expresión “campos de exterminio polacos”, pese a las críticas de Israel y las serias advertencias de Estados Unidos.
Israel rechazó esta nueva ley porque considera que puede difuminar la complicidad, directa o indirecta, de sectores de la sociedad polaca en los crímenes contra los judíos.
Estados Unidos, por su parte, expresó su “decepción” por la aprobación de esta reforma que, según el secretario de Estado, Rex Tillerson, “afecta adversamente a la libertad de expresión y la investigación académica”.
Según la mayoría de historiadores, unos seis millones de judíos fueron asesinados por el régimen nazi, parte de ellos en campos de exterminio situados en la Polonia ocupada.